Salta, corre, avanza y transfórmate.
Los controles de Sonic Colours son intuitivos y sencillos. Utilizaremos el mando de wii de lado como si se tratara de un mando clásico y sólo usaremos la función de movimiento para dar una sacudida al transformarnos momentáneamente en aquello que corresponda. También el juego es compatible con el mando de GameCube y con el Classic Controller, así que por opciones que no sea.
Además hay un tutorial opcional para aprender los movimientos básicos y cada vez que hay un wisp nuevo se nos explica cómo utilizar su poder, que, por cierto, una vez utilizado una vez en la fase que corresponda, se nos desbloqueará ese Wisp tanto para fases anteriores como posteriores si en dichas fases era de recibo hacer uso de él. Con esto queremos decir que, al principio, las cajas de wisps estarán vacías en todas las fases iniciales, pero más adelante, si las rehacemos, podremos transformarnos con el poder de estos Wisps y pasar por caminos antes ocultos para explotar bien cada nivel y sacar la máxima puntuación posible.
Otra novedad muy llamativa es el hecho de poder matar a los distintos enemigos en cadena, saltando sobre ellos de uno a otro o de poder llegar a sitios altos precisamente de esa manera. Incluso a veces tendremos que liquidar a todos los malos para abrir el camino o nos quedaremos estancados sin poder avanzar.
Y esa cadena no es la única en Sonic Colours, ya que también podremos realizar saltos por las paredes apoyándonos de un lado a otro para trepar a base de varios impulsos.
Todo esto le da precisamente mucha sensación de velocidad al poder enlazar ataques y saltos y ver que Sonic, rara vez está parado, sobre todo porque incluso para agacharse por sitios bajos lo hace en carrera si pulsamos el botón B y ni para eso frena, e incluso hay un botón de turbo y fases de derrapes.
2 Respuestas a “(Análisis) Sonic Colours -Wii-”