(Análisis) Splatterhouse

Splatterhouse está dividido en fases; en cada una de ellas habrá un enemigo final más fuerte que los corrientes y, también, habrá pedazos de fotos eróticas de Jennifer para ir viendo lo bien que se lo pasa el demonio que la ha secuestrado y el sentido del humor que tiene.

Otro de los grandes atractivos es que por completar unos capítulos determinados se nos irán desbloqueando uno a uno los títulos de la trilogía original y hasta una arena de batalla.

Su apartado artístico.

Gráficamente el juego está muy chulo, incluso se puede seleccionar si se quieren chorreones de sangre o si uno prefiere que eso no le emborrone la pantalla y que con imaginarlo ya llega.

Su banda sonora es toda de grupos de heavy metal, lo cual pega perfecto para lo que se quiere plasmar. Además, el doblaje -únicamente en inglés- es muy bueno, especialmente en el demonio sarcástico que ayuda a Rick.

8,5

Conclusiones:

Splatterhouse es divertido, con sus altas dosis de gore unidas a pistas de heavy metal que encajan perfectamente con todo el rollo de película de terror de los 70 u 80.

Que además contenga la trilogía original es un puntazo y si algo se le puede achacar realmente son sus largos tiempos de carga en ambas versiones (PS3 y 360).

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