(Análisis) SSX

Aunque ya se ha terminado el invierno, en SSX estaremos en un montón de montañas nevadas preparados para deslizarnos con nuestra tabla de snowboard para hacer increíbles trucos o ganar carreras contra otros atrevidos deportistas que también se jueguen la vida en los descensos.

En este juego de EA Sports para Xbox 360, PC y PS3 nos tocará fijarnos bien en lo que nos ofrece cada circuito, porque en saber dominar lo saltos, encontrar lugares adecuados para los trucos con la tabla y evitar caidas mientras esquivamos árboles o salientes, estará la clave de nuestro éxito.En nueve localizaciones reales como Patagonia, Nueva Zelanda, Siberia o en el Monte Fuji, demostraremos lo que valemos en este deporte y, además, a cada circuito completado, tanto si ganamos como si no, obtendremos dinero para poder cambiarnos de ropa o comprarnos una nueva armadura o tabla con otras características que potencien más los atributos en general o que destaquen en alguno de ellos que nos venga bien para una prueba en concreto. De este modo, ya no es solo que la estética pueda cambiar un poco, sino que tendríamos una pequeña ayuda para superar los distintos desafíos con los que nos encontremos en caso de que se nos atasque un poco alguno como el de hacer más puntos que un rival que se sabe una bajada en concreto o cómo sobrevivir a un descenso infernal lleno de peligros.

Todo en SSX está preparado para que sea un arcade en el que flipárnoslo con sus saltos larguísimos de tropecientos metros, sus trucos enlazados uno tras otro con la posibilidad incluso de que la cadena no llegue a cero si somos unos maestros del control de nuestra tabla, y recompensándosenos con muchos más puntos e incluso con unos momentos de «tricky» en los que podremos hacer trucos que sólo se pueden realizar cuando tengamos eso activado que viene siendo como un «me molo a mí mismo, así que me emociono y hago cosas más raras sin abrirme la cabeza».

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