[Análisis] State of Decay

State of Decay, el primer título de Undead Labs, es un juego de mundo abierto que nos envuelve en un caos post-apocalíptico, en el que nuestra única misión es sobrevivir a la infestación de zombies que azota nuestra región.

Undead Labs fue fundada en 2009 por Jeff Strain, un ex empleado de Blizzard y uno de los co-fundadores de ArenaNet, con el único objetivo de publicar juegos basados en zombies. El 03 de febrero de 2011 Undead Labs anunció que se habían asociado con Microsoft Game Studios para publicar sus juegos en la consola Xbox 360. Cuatro años después de su fundación, Undead plasma el por qué de su nacimiento en su primer título, “State of Decay”, disponible para PC y Xbox 360. Un juego plagado de acción y entretenimiento.

Historia de Supervivencia

Nos encontramos en Trumbull Valley. Marcus Campbell y Ed Jones regresan de una excursión cuando son sorprendidos y atacados por gente con un aspecto bastante deteriorado. Nuestros supervivientes no son conscientes del reto que se les viene encima y en el que se van a ver envueltos. Poco después, y tras investigar lo ocurrido, Ed Jones es mordido por uno de los no muertos y rápidamente buscan cobijo en una pequeña comunidad de supervivientes. Aquí es donde comienza nuestra aventura.

Nuestra misión principal no es otra que sobrevivir en un ambiente infestado de zombies, algo que no añade originalidad al título, pero que sí lo hace en la manera de cumplir de nuestro objetivo. Y es que, para sobrevivir en State of Decay, tendremos que crear una comunidad de supervivientes.

La región está sumida en el caos. El orden y las leyes han caído y esta jungla post-apocalíptica sólo se rige por la ley del más fuerte. De esta forma, llegaremos a encontrarnos desde mafias que negocian y extorsionan por recursos hasta Militares imponiendo un toque de queda.

Además de sobrevivir, nuestros personajes deben averiguar por qué ha ocurrido esta catástrofe y si solo afecta al Estado de Trumbull Valley o es un desastre aún mayor. A lo largo del juego, iremos descubriendo qué factores han generado este apocalipsis, al tiempo que nuestros compañeros de comunidad nos ofrecen misiones secundarias por todo el mapa. Desde matar a un tipo de zombie específico pasando por calmar a un amigo asustado o ayudar a un compañero en peligro, entre otras muchas opciones. El problema de esto es que a veces, para avanzar en la trama principal, será necesario, por no decir casi obligatorio, centrarnos en las misiones secundarias o en trabajar para mejorar la comunidad. Actividades desperdigadas por todo el mapa que pecan de ser simples y repetitivas, un aspecto que convierte al título, en algunos momentos, pesado y monótono.

Nuestros compañeros también interactuarán por su cuenta por el mapa, de hecho, toman sus propias decisiones. Si llegamos a la Central después de haber cumplido unas misiones, podremos encontrarnos a algunos de nuestros compañeros de comunidad con problemas o enfrentamientos con miembros de otra comunidad. En resumen, State of Decay no aporta originalidad en su trama, aunque eso no siempre sea un problema, y en algunos momentos llega a resultar monótono y repetitivo.

Crea tu propia comunidad

State of Decay no es un mero juego de acción, en él interviene bastante la estrategia. Pertenecemos a una comunidad de supervivientes y tenemos que ayudar a mejorarla, ya sea saqueando materiales por los domicilios o campamentos, buscando nuevos supervivientes o entrenando a los residentes del complejo en técnicas de combate. El complejo se puede mejorar añadiendo módulos que mejoran la convivencia y habilidades de los personajes, tales como puestos avanzados, un jardín, una sala médica, un almacén, un comedor y muchas cosas más.

Para todo ello, necesitamos materiales y estos sólo se consiguen rebuscando en las casas y almacenes. Entre ellas, encontraremos armas, comida y medicinas que nos servirán para paliar nuestro cansancio y curar nuestras heridas, pero también nos encontraremos paquetes de medicinas, ingredientes de cocina, munición, combustible y materiales de construcción que son más útiles para la comunidad que reservarles un hueco en nuestra mochila.

Obviamente, para poder optar a los recursos de la comunidad deberemos merecérnoslos. Para eso tenemos que completas misiones, ayudar a nuestros compañeros en las suyas, compartir armas, medicinas y recursos en el bote común de la base. Cuando colaboremos con nuestra comunidad, recibiremos puntos, valiosos puntos, que podremos gastar para acumular armas, munición, y demás ítems, así como podremos pedir a algún compañero superviviente que nos ayude en nuestras misiones o, en caso de descubrir un alijo de recursos, pedir a la base que envíe a alguien para recogerlos.

Lucha contra tu enemigo

State of Decay es un sandbox, es decir, un juego de mundo abierto que está en continuo cambio. Los humanos no son los únicos que se movilizan. Los zombies plagan las casas y si las plagas aumentan, hay más zombies en las calles y por supuesto más y más hordas.

No solo nos enfrentaremos al típico zombie que todos conocemos. También tendremos zombies convertidos casi en moles, muy difíciles de tumbar en el cuerpo a cuerpo, zombies salvajes, rápidos, escurridizos y peligrosos, así como otros encargados de alertar con chillidos a los demás no muertos de que hay una presa suelta. State of Decay no aporta variedad en enemigos pero aun así, estos zombies se distinguen mucho unos de otros, lo que nos obligará a tomar distintas estrategias a la hora de plantarles cara.

Para sobrevivir en Trumbull Valley podemos optar por dos maneras de jugar. Abrirnos paso a golpes entre los zombies (en muchas ocasiones será casi obligatorio), o ser más sigilosos, ya sea para recoger recursos de una casa sin llamar la atención o realizar labores de exploración.

El sistema de combate cuerpo a cuerpo deja mucho que desear por su simplicidad. Tenemos un botón para pegar y un botón para que, en caso de que el zombie se trastabille o caiga al suelo, rematarlo con un movimiento especial, algunos de estos, un poco irreales. Cuando somos rodeados por grupos de zombies, este sistema de combate no nos permitirá atacar en área si no tenemos una arma grande como una almádena o un hacha de bombero, de tal manera que, o vamos bien armados, o como os rodeen en una casa, tenemos las de perder.

El protagonista de State of Decay es la comunidad, y eso significa que podremos manejar a cada miembro de ésta. Cada jugador que controlemos tendrá una serie de habilidades básicas, como la habilidad para las peleas cuerpo a cuerpo, la habilidad para usar armas, para tener más resistencia y muchos más. Estas habilidades comenzarán subidas o no, según nos describan al personaje. Si en sus datos figura que era un deportista, nuestro cardio o resistencia física comenzará aumentado, si era un soldado, el punto fuerte con el que partiremos será nuestra habilidad con armas de fuego, y así con cada personaje. También nos encontraremos con que, según la ficha del personaje, tendremos otras habilidades que harán único a ese personaje, como el liderazgo, el cotilleo, conocimientos en medicina o en mecánica, entre otros.

Para desarrollar estas habilidades tendremos que hacer que nuestro personaje trabaje en ellas. Por ejemplo, si queremos subir la resistencia, tenemos que hartarnos a correr con dicho personaje pero si queremos que mejore en combate tocará zurrarse con multitud de zombies. El problema es que ciertas habilidades son muy costosas de mejorar. Fácilmente, podrás encontrar que casi todos tus personajes serán capaces de enfrentarse con un bate a una horda de zombies ellos solos, pero al principio, les será imposible correr más de 20 metros sin acabar agotado.