La pequeña compañía japonesa Astro Port sigue empeñada en llenar nuestra pantalla de shooters horizontales nostálgicos y, tras GIGANTIC ARMY, SATAZIUS y ARMED SEVEN (del que podéis leer una reseña en esta misma web), esta vez intentan seducir nuestro espíritu más heroico con Supercharged Robot VULKAISER, disponible para Steam.
Desde el primer momento, el juego rinde homenaje a los animes de mechas de los 70 como Mazinger Z, Dai Apollon o Gatchaman. La historia nos sitúa en 1977 cuando el Ejército Gogoh intenta conquistar la Tierra pero se encuentran con la oposición de un proyecto secreto: el robot VULKAISER, lo último de lo último en tecnología que hará frente a la amenaza. La trama no va más allá, como suele ser habitual en los shooters de estas características, pero durante los niveles y entre ellos aparecen diálogos cómicos con algunos de los pilotos y enemigos, así como cortinillas propias de una emisión televisiva.
El apartado gráfico es muy sencillo, bebiendo directamente de la animación japonesa y los juegos de SNES para presentarnos una nave-robot protagonista que vuela por los cielos a través de unos niveles de escenarios simples y vacíos llenos de enemigos suficientemente variados y con unos diseños muy coloridos y atractivos. En este caso, VULKAISER hace de la sencillez y la modestia una virtud ya que, gracias a su brillante paleta de colores y ese espíritu de dibujo animado se hacen menos notorias sus carencias, siendo muy agradable a la vista, a lo que se suman los jefes finales, enormes y con marcado acento de parodia que nos sacarán más de una sonrisa.
Los diferentes efectos especiales, como explosiones y proyectiles, son más que correctos sin nunca entorpecer la acción ni tapar ningún elemento visual, al igual que las animaciones, que cumplen su cometido sin grandes alardes. El juego siempre se mueve fluido sin ningún bajón de frame rate ni ningún parpadeo, algo que se agradece mucho y beneficia a la jugabilidad. Eso sí, la resolución es muy baja por lo que, si lo jugamos en ventana, es de un tamaño tan pequeño que puede dificultarnos la tarea de esquivar los ataques enemigos. Sin embargo, al ser los gráficos tan sencillos y coloridos, no pierden tanta calidad si optamos por la pantalla completa, por lo que es una opción más que válida.
El apartado sonoro cuenta con una banda sonora de calidad MIDI que homenajea, una vez más, a los animes de mechas de los 70 con composiciones rimbombantes, animadas, pegadizas y grandilocuentes, ambientando muy bien la acción para dar ese punto nostálgico y a las que sólo le faltan tener letra para que acabemos tarareándolas cada vez que echemos una partida. Los efectos sonoros son correctos, con los típicos disparos y explosiones que, muchas veces, taparán la música.
La jugabilidad toma como base el típico shooter horizontal con power-ups pero con un giro ingenioso. A medida que vayamos avanzando por un nivel, se nos dará la oportunidad en distintos momentos de fusionarnos con diferentes naves amigas que se acoplarán a nuestro robot cambiando sus ataques. Tenemos cuatro opciones a nuestro alcance: Rocket Fighter, de gran poder ofensivo; Needle Fighter, eficaz contra grandes grupos de enemigos pero poco potente; Thunder Fighter, equilibrado con un poder y alcance medios; y Drill Fighter, devastador pero sólo útil en distancias muy cortas y peligrosas. Una vez hayamos elegido, tenemos a nuestra disposición el disparo básico, un disparo especial que se puede utilizar al llenar una barra especial mientras disparamos y un ataque denominado Omega que ayuda a barrer toda la pantalla y que sólo podemos utilizar una vez por cada nave. Cada uno de ellos será diferente según el módulo que tengamos acoplado.
En VULKAISER no existen las vidas ni los continuaciones sino que tenemos una única barra de vida que irá disminuyendo según recibamos impactos, al igual que nuestro módulo tiene su propia barra y los enemigos pueden llegar a destruirlo. Ambos pueden reponer vida parcialmente al final de cada nivel, donde las reparaciones mermarán nuestra puntuación final a mayor daño recibido. Este sistema provoca que no nos frustremos al comprobar que nuestro robot puede absorber numerosos proyectiles pero también nos obliga a gestionar bien los daños para aguantar hasta el final del juego con la barra única e impedir que ninguno de nuestros módulos sea eliminado. Éstos nos ofrecen varios estilos de juego, permitiendo adaptarnos a cada situación o, simplemente, ofrecernos la alternativa que más nos guste.
Existen cuatro niveles de dificultad al gusto de casi cualquier usuario y, en su nivel Normal, VULKAISER es lo suficientemente desafiante como para no ponernos las cosas sencillas sin llegar a frustrarnos. Desde el primer momento nos obliga a tener cierta soltura esquivando proyectiles, por lo que conocer el patrón de los enemigos y eliminar primero a los más peligrosos es clave para el éxito, además de dominar una mínima inercia del robot al manejarlo, aunque en general el control es fluido y nuestro hitbox pequeño comparado con el tamaño de VULKAISER. De hecho, los jefes finales son, en la mayoría de ocasiones, un reto menos peligroso que las hordas a las que nos hemos enfrentado antes de llegar a ellos, a pesar de ser combates contrarreloj. En total recorremos seis fases con una duración total de juego de unos 40 minutos, bien ajustado para que no se haga ni demasiado corto ni demasiado largo, siendo todo un placer volver a superarlo ya sea para aumentar nuestra puntuación máxima o conseguir todos los logros.
7
Conclusiones:
Supercharged Robot VULKAISER es un shooter divertido y encantador, con un apartado audiovisual que homenajea con cariño los animes de mechas de los 70, dando unos giros ingeniosos a las mecánicas habituales del género y creando una experiencia equilibrada y muy entretenida.
Una respuesta a “[Análisis] Supercharged Robot VULKAISER”