Luces y sombras.
Pero estamos en un juego que no es redondo y que además de luces, también tiene sombras porque aunque los combos y ataques vayan fluidos y tengamos la mecánica de Tekken de siempre, también nos encontramos con un par de problemas que ensombrecen la diversión, especialmente en el modo online.
Por un lado, está el hecho de que la barra de vida baja demasiado rápido y en lo que dura un suspiro -o menos- el combate habrá finalizado sin que apenas dé tiempo a nada y entre aquellos a los que les cuesta pillarlo y esos otros a los que les gusta lucirse, poca gente habrá que quede satisfecha con un combate más corto y aunque esto pique para seguir echando uno detrás de otro, se le echa en falta el poder ejecutar más golpes y llaves en un mismo combate y no quedarte con la sensación de que has perdido por fallar en cubrirte en un momento dado y que solo con eso te hayan caído leches por todos lados, porque ni siquiera te tienen que caer tantas para besar el suelo y gritar que te rindes.
Pero lo que más nos ha chocado, es que la solidez de Tekken Tag Tournament 2, todo el duro trabajo de técnicas, posturas, personalización, escenarios… por más que estén currados, quedan en segundo plano o incluso obviados en cuanto que nos percatamos de un gran fallo. Si alguien nos lanza por los aires (lo cual no es difícil) nos quedaremos completamente en bragas, vendidos ante una encadenación de golpes que, si antes existía, quedaba cortada pronto y no dependía de esto el combate, pero ahora puede enlazarse con el luchador que hay esperando el relevo y que así el pobre que ha tenido la mala fortuna de acabar en los aires, terminará irremediablemente muerto, sin que se le dé oportunidad a hacer nada y, en este caso además no importa lo bueno que sea el que termine en el aire, porque no podrá zafarse de manera alguna para demostrar lo bueno que es a los mandos.
Esta vez no tendremos un minijuego como Tekken Bowl y las bromas van por otro lado. Puesto que todo el mundo pedía personalización de personajes, se ha includo nuevamente y a los trajes, manguitos, guantes, calcetines, sombreros y demás cosas decorativas con las que hacer que nuestros luchadores se distingan de los demás o vayan un poco más como nos gusta (¿alguién dijo Mamá Noel sexy o una Lily con el vestido de Alicia en el País de las Maravillas?) también hay unos accesorios especiales que además de quedar más bonitos o feos con cosas como cañones, alas de distintos tipos y todo tipo de aparatejos, se pueden activar en el combate para tener ciertas ventajas o desventajas sobre el rival.
8,5
Conclusiones:
Es cierto que Tekken Tag Tournament 2 es un buen título de lucha en tres dimensiones con un montón de personajes y bastante compensado y que tampoco se le echa en falta ningún modo de juego, por lo que cualquiera puede pasárselo muy bien con él y echarse unos buenos piques, el problema está cuando uno se mete al online -donde no puede meter collejas en el mundo real al rival- y tras un gancho que le lleva a los aires, aprovecha el bug del juego de tenerlo en el aire a base de hostias hasta que cae y no es un combo específico de un personaje o algo difícil de hacer, ya que cualquier personaje te puede mandar al aire y basta con aporrear cualquier botón de ataque para que no vuelvas a tocar el suelo nunca más.
2 Respuestas a “(Análisis) Tekken Tag Tournament 2”