De los creadores de Half Minute Hero y Half Minute Hero 2 nos llega ahora otro juego con un concepto similar en el que exprimimos el tiempo al límite, hablamos de The Longest Five Minutes. En él nos encontramos dentro de una batalla contra el jefe final, contra el Señor del Mal, que tiene una duración de cinco minutos. Este intenso enfrentamiento se ve interrumpido continuamente debido a que el héroe no sabe muy bien qué hacer, pues ha perdido sus recuerdos. Jugaremos de manera desordenada, en escenas sueltas, para que el protagonista vaya recuperando sus recuerdos y, así, vencer a su mayor enemigo, que lo es también de toda la humanidad.
Desarrollado por SyuproDX, financiado y publicado por Nippon Ichi Software; The Longest Five Minutes es un rpg por turnos que podremos encontrar para PS Vita, Nintendo Switch y PC. Su estilo de ocho bits, con esos característicos diseños en pixel-art y un sistema de enfrentamientos aleatorios por el mapa nos intentan transportar de vuelta a esos sistemas de antaño, a esas consolas retro que vuelven a estar de moda hoy día por cosas como Retron o la llegada de la tan cotizada NES Mini (gracias a la cual es el momento de su sucesora a día de hoy, con Super NES Mini).
The Longest Five Minutes es un juego con una buena paleta de colores, que puede apreciarse no solo en en los personajes sino también en el propio mapa y también en las diversas ciudades y mazmorras que visitaremos a lo largo de la aventura y para las que no contamos con ningún tipo de mapa dentro de ellas, por lo que tendremos que contar con nuestro sentido de la orientación y recordar por dónde hemos pasado.
La historia de este rpg por turnos es completamente humorística. Al contársenos esa premisa por la que veremos qué ocurrió con nuestro grupo hasta que llegaron junto al mayor de los peligros, ya se nos revela el nombre del protagonista: Flash Back. Ése es el primer chiste de los que están por venir y tiene ese olorcillo a Dragon Quest o Mother por ese toque cómico, aunque no tenemos esa pequeña malicia añadida, esa ironía particular de ambas sagas; en The Longest Five Minutes todo es bastante inocente.
Mientras que en los Half Minute Hero corríamos para prolongar el tiempo y que llegásemos para superar cada fase, ahora podremos tomarnos todo con la calma que queramos, ya que no hay límites en ninguna de las escenas a las que viajemos e incluso podremos revisitarlas para cumplir esa misión extra que antes, por lo que fuera, no hubiéramos completado, teniendo de paso así no solo un trofeo interno en el juego, sino también un pequeño bonus de experiencia. Parece ser que los problemas de memoria de Flash Back estaban ahí de siempre y son preocupantes ya que algo bastante curioso dentro de este rpg es que perderemos el dinero, los objetos y el equipamiento de una fase para otra, es decir, cada vez que vayamos a otra escena diferente con sus nuevas misiones (la obligatoria y las secundarias) tendremos por defecto lo que se nos haya querido otorgar para ese capítulo. No tenemos que volvernos locos intentando ahorrar ni mirando a comprarnos siempre lo mejor si para ello vamos a estar muchísimo tiempo matando enemigos sin ganas antes de avanzar. Eso sí, puesto que la experiencia y, por tanto, los niveles se conservan, quizás tengamos pensado activar mediante una magia que nos salgan cuatro veces más enfrentamientos de lo normal. Por opciones que no sea.
El rol de los personajes viene previamente asignado y no podemos personalizarlos de ningún modo ni en cuanto a habilidades ni aspecto externo, lo máximo que podemos hacer es cambiar de personaje en algunas ocasiones para conocer a otros amigos que son prácticamente calcos de otro del grupo inicial por si más adelante prefiriéramos jugar con alguno los alternativos en lugar de con los que hemos emprendido la mayor parte del viaje contra el Señor del Mal. El héroe es una especie de paladín (guerrero y curandero, con un poco de afinidad para la magia ofensiva), mientras que después tenemos: monje, brujo y sanadora, desde los personajes de Yuzu, Regent y Clover o bien desde Kogure, Yanagi y Chloe.
No se aprecia una curva de dificultad pronunciada en este título para el que harán falta algunas tardes hasta que completemos su historia que cuenta con una narrativa original y es difícil no empatizar con sus personajes al poco de comenzar a conocerlos.
Aparte de corretear por las ciudades para hablar con todos los personajes no controlables que nos lo pidan, realizar nuestras compras o dormir en la posada, tendremos también algún que otro extra en ocasiones y no nos referimos solo a las escenas en las que avanza la trama y descubrimos cosas interesantes acerca del pasado de Flash y los demás, sino también a que hay varios minijuegos a nuestra disposición. El más simple es el de meternos en el casino y apostar en la máquina tragaperras, pero con más elaboración tenemos una máquina recreativa en la que somos una chica de clase archer sacada de Disgaea que debe matar a tantos Prinny como pueda, para que exploten en cadena y conseguir así un montón de puntos; pero también hay un juego de tipo endless runner (carrera sin fin) en una ciudad inspirada por los parques temáticos.
8,5
Conclusiones:
The Longest Five Minutes es un rpg por turnos bastante humorístico, con una historia sencilla, pero relatada de un modo original con sus saltos al pasado desde la batalla final, de manera que jugaremos de manera algo desordenada y con unas reglas únicas.