[Análisis] Tomb Raider: Definitive Edition

A principios de 2013 la saga Tomb Raider volvió a sus orígenes con un reinicio de la saga que atrapó por completo a los usuarios de Xbox 360, PC y PlayStation 3. En este nuevo título, Eidos y Crystal Dinamics, dos de los estudios occidentales de Square-Enix, nos presentaron un videojuego que iba en una línea algo diferente a los anteriores protagonizados por la joven arqueóloga Lara Croft. Con un solo entorno, con muchas zonas diferentes y un clima de lo más loco, nos adentrábamos en una isla en la que, con una chica inexperta en combates y aventuras, teníamos que tirar de nuestro instinto de supervivencia para averiguar qué pasaba en ese extraño lugar y salir con vida para poder contarlo.

Ahora, este mismo título ha recibido un port que se encuentra en tiendas desde ayer, para que los que ya tengáis una PS4 o una Xbox One, podáis disfrutar de este título de acción y aventuras con una mejora notable gráfica y con algunas nuevas funciones creadas especialmente para la sobremesa de Sony, como son el uso de la luz del mando o de la zona de panel táctil que tienes este Dualshock 4.

Puesto que desde hace ya un año podéis leer nuestro análisis de Tomb Raider, no queremos repetirnos demasiado al tratarse del mismo juego con algunos añadidos, por lo que para tener más datos sobre la historia, la guionista o cualquier otra cosa que no haya cambiado, os recomendamos que os detengáis un par de minutos en esa entrada anterior.

Lara Croft, tras terminar sus estudios como arqueóloga, comienza su primera misión junto con unos cuantos compañeros. Entre todos, consiguen un barco y van en busca de lo que ningún otro ha logrado encontrar jamás, Yamatai, una isla perdida en la que se dice que habitaba Himiko, diosa del sol. Las razones que llevan a esta tripulación a querer realizar este viaje no se deben solo a querer llegar donde nadie antes parece haber pisado, sino que quitando el factor de la curiosidad arqueológica, y de los reconocimientos que pudieran recibir, existe sobre la ilusión de una de las amigas de Lara, Sam, de poder ver cumplido su sueño, ya que de siempre ha estado obsesionada con ese lugar y con los mitos que circulan sobre él.

Discusión mediante, sobre qué camino tomar para intentar dar con el paradero de Yamatai, el barco de Lara y su equipo termina absorbido por una tremenda tormenta y el equipo queda dividido, comenzando justo en ese momento la aventura de supervivencia para la que nuestra mujer de armas tomar, cuenta con su mejor aliada, su intuición, ésa que jamás la abandona y gracias a la cual podremos detectar dentro de nuestra partida dónde están los enemigos cercanos, por qué salientes podemos agarrarnos y otros tantos pequeños datos informativos que tan útiles nos pueden resultar en cada uno de los terrenos por los que nos movamos.

Ya en la versión de PS3 y 360 nos metíamos de lleno en este videojuego en el que se juntan el buen ritmo que tiene en sus escenas, con lo entretenido que puede ser hacerse con todos los coleccionables, pero sobre todo, lo que más destacaba era el planteamiento de hacer que jugablemente hubiera una pequeña curva de dificultad y de aprendizaje, unida al guión en muchos de los casos, por lo que se justificaba el que Lara tuviera que aprender a tensar un arco, o se volviera una manitas modificando armas y cachivaches para valerse de ellos a la hora de enfrentarse a sus enemigos o de escalar por montañas rocosas. No podemos olvidarnos, de que parte del mérito era del apartado visual, en el que los entornos y expresividad de nuestra protagonista aún nos metían más de lleno en este Tomb Raider en el que se tira mucho de la espectacularidad al haberse incluido algunos QTE y saltos semiautomáticos, junto con escenarios sobre los que interactuamos mientras estos se mueven o desploman a nuestros pies. Casi daba la sensación de que cuando Lara sentía dolor, nosotros también, y que su miedo se nos contagiaba, pero ahora con las nuevas versiones todo se ha acentuado y no solo porque gráficamente haya mejorado hasta el punto de que cada pelo de la cabeza de nuestra superviviente se mueva de manera individual con sus propias físicas, sino que además podemos escuchar las voces del walkie talkie desde nuestro mando, mientras ella habla desde la televisión, o podemos encender y apagar el fuego con el panel táctil del dualshock 4 de PS4 y esos detalles se agradecen mucho, porque es una manera muy buena e inteligente de sacar partido a dos de las novedades implementadas para esta nueva generación a la que se unieron Microsoft y Sony a finales del año pasado.

Aunque lo más importante de Tomb Raider: Definitive Edition sea el que ahora nos metamos aún más dentro del título al estar jugando, esta nueva versión incluye también algunos extras que si bien a nivel jugable no aportan nada, ya que no son escenas añadidas, ni nuevas habilidades, sí interesarán probablemente a todos los que quieran tener la opción de poner diferentes trajes a Lara, para ver cómo le quedan otros colores de unos atuendos parecidos o cómo lleva siempre su ropa enfangada. Además de ese cambio de look menor, también contamos dentro del contenido del disco con modelos en 3D de cada personaje, ficha de estos, todos los DLC que había hasta la fecha, el libro de ilustraciones con los bocetos e imágenes de escenarios y con el cómic de Dark Horse en formato digital para quien no tenga problemas con el inglés, ya que al contrario que el juego que nos ha llegado hasta doblado en castellano con unas voces y una calidad nada desdeñables, esto no se ha traducido.