[Análisis] Toukiden – The Age of Demons

Crea tu propio arsenal.

Uno de los puntos fuertes del juego y que es propio del género en el que se engloba es la posibilidad de forjar tus propias armas y armaduras con los materiales que podemos obtener en las misiones de caza tanto en el online como en el modo historia normal. Cada vez que nos encontramos con uno de los nuevos demonios mayores tendremos nuevos materiales de más calidad de modo que nuestro herrero particular tendrá la posibilidad de forjar nuevas armas y armaduras con los materiales extraídos. Además de esto, nuestro nivel de compatibilidad con el equipo aumentará en base a lo que combatamos de modo que podremos ir mejorando las armas con lo que podremos conseguir mejoras en las estadísticas de las mismas e incluso huecos extra para engarzar las mitamas.

Como todo juego de Caza de monstruos, la mecánica del juego en Toukiden consiste en ir aceptando misiones en las que acabaremos con demonios y que podremos repetir tantas veces como queramos para conseguir un mejor nivel en nuestras mitamas o conseguir materiales o haku (la moneda de cambio del juego). Además de estas misiones también se nos ofrecerán encargos de los habitantes de la aldea que pueden conseguir en deshacernos de una cantidad determinada de monstruos o conseguir determinados materiales. Para conseguir los materiales que necesitamos, el juego también nos ofrece la ayuda de Tenku, una especie de zorro que podrá partir a la búsqueda de materiales mientras nosotros estamos de misión y al que podemos ordenar en que tipo de campo de batalla queremos que busque.

En el juego tendremos seis tipos de campos de batalla distintos, cada uno de ellos correspondiente a una de las eras que hemos mencionado antes y la estructura de los mismos  es similar a la que podemos encontrar en otros juegos de Omega Force como Warriors Orochi o The Fist of North Star con varias zonas que estas comunicadas entre ellas. Aunque podría parecer que el juego está escaso de escenarios y puede ser repetitivo a la hora de la verdad los cambios entre las misiones son lo suficientemente grandes como para que no nos aburramos en ningún momento. Además la ambientación de cada uno de los campos de batalla son una metáfora muy lograda de cada una de las épocas históricas a las que se refieres.

Esta diferenciación dentro de los campos de batalla es clave en todo el juego y al hacer que no haya una continuidad en el mismo campo de batalla en las misiones consiguen que no tengamos esa sensación de repetición en todo momento. En cada una de las eras nos encontraremos con monstruos distintos y como consecuencia materiales distintos pero además a la hora de cumplir nuestra misión de recuperar las mitamas también veremos que nos las encontraremos en la era correspondiente a su periodo de actividad en vida.

Gana la confianza de tus aliados.

Una de las cosas que marca la diferencia de este juego con respecto a otros del genero es la posibilidad de establecer vínculos de amistad y confianza con tus aliados dependiendo de nuestro trato hacia ellos y que nos granjearán ciertas ventajas en combate y la posibilidad de compartir la mitama a la que están asociados y como consecuencia parte de tu alma. Esto influye ligeramente en el desarrollo de la historia encontrándonos con detalles nuevos que a veces son clave para desvelar el misterio que se esconde detrás de los demonios. Para poder desarrollar esos vínculos tendremos la oportunidad de acercarnos a nuestros compañeros en varios momentos a lo largo del juego y de compartir los baños termales para fortalecer estos lazos. Por desgracia esta opción de los baños termales solo está disponible entre personajes del mismo género de modo que si nuestro personaje es una chica solo podremos compartir los baños con las otras chicas del juego.

En el aspecto artístico cabe destacar el inmenso trabajo con los personajes históricos encerrados en mitamas que como ya hemos mencionado superan en número lo doscientos y aunque es cierto que el diseño de personajes en algunos de los pertenecientes a la Era Sengoku (Age of War en el juego) son similares a los que podemos ver en los Samurai Warriors, en el resto de personajes el diseño es completamente nuevo y especialmente bonito. Con el diseño de los monstruos no podemos decir lo mismo, pues aunque el diseño es interesante, lo cierto es que nos encontraremos que se repite de algún modo el diseño de los demonios mayores incluyendo cambios ligeros como pueden ser el color y poco más, esto sin embargo no afecta a la jugabilidad porque aunque el diseño sea similar los ataques realizados por los monstruos cambian y debemos cambiar nuestra estrategia a la hora de atacarlos. Musicalmente el juego también da la talla aunque no debemos esperar el rock habitual de los musou que en este caso se ve cambiado por una música más adecuada para el Japón tradicional y que no desentona en ningún momento con el formato del juego.