El único recorte que puede molestar de la versión de pc a la de consola es que ahora nuestros equipos, en cualquiera de los tres juegos, está limitado a tan solo cuatro gusanos, cuando en la otra versión podemos tener entre seis y ocho cada uno en enfrentamientos de cuatro equipos sobre el escenario, pudiendo además ir todos contra todos o en parejas, para así jugar de un modo u otro. Por supuesto el humor, para quien no conozca aún estos juegos, forma una parte fundamental y eso se nota tanto en los diseños como en todas las opciones de personalización que se nos dan al crearnos nuestro equipo, ya que no solo escogeremos nuestras armas o escenarios preferidos o el nombre de unos gusanos que tanto pueden ser unos auténticos campeones y provocar una cantidad increíble de bajas, como morirse sin llegar a atacar ni una sola vez y además puede ser incluso por culpa de uno de sus compañeros al decidir que es todo un sacrificio necesario o al calcular mal el disparo y que le salga el tiro por la culata.
Claro que gran parte de las risas y del vicio que podemos pillar a Worms Collection se deben también al hecho de haber escogido nuestra propia tumba y sobre todo a las voces que hayamos elegido para nuestros gusanos, que son de lo más variadas y que cuentan con un gran repertorio de frases, aunque lamentablemente en Ultimate Mayhem se han quitado muchas de ellas, especialmente echánd0se en falta las de español latino y las de español ibérico, con esas frases tan vengativas como me las pagarás o ya verás.
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Conclusiones:
Worms Collection es un buen pack de juegos de la saga Worms que están muy bien adaptados para consola por lo que la diversión matando gusanos está asegurada. Revivir dos de las primeras entregas en 2D con esa mejora gráfica para que parezcan más actuales ha sido un gran acierto y en cuanto a Ultimate Mayhem, está bien que se cuente con uno en tres dimensiones en el pack, aunque por el momento sigan estando varios peldaños por debajo de los de dos dimensiones por tener buenas ideas, pero mal desarrolladas, haciendo que ni siquiera tirando la bomba plátano armemos el caos al que estamos acostumbrados los que venimos de los originales.