El Dorado.
La cuarta y última de las mesas de este Zen Classics es El Dorado. Aquí tendremos que esforzarnos por hacer que las riquezas del templo nos hagan subir los puntos como la espuma y además no estaremos nada preocupados al erigir columnas con perderlos, ya que lo único que podríamos perder es la vida si nos despistamos o, por mala suerte, terminamos con la bola hundiéndose bajo nosotros.
Es una mesa de lo más variadita, aunque al igual que pasaba con las anteriores se nota que es lo primero que hizo el estudio, ya que no es hasta más adelante que metieron muchas más opciones de misión y unas mesas con muchos más caminos, rebotadores, multiplicadores, etc.
El lote no está nada mal para ver los orígenes de las mesas de pinball de Zen Studios. No son mesas tan completas y con tantas opciones como puedan tener las que vinieron después, pero las físicas de la bola, el apartado visual y el contabilizador de puntos bien valen la pena y además un fan del género no puede quedarse sin ellas.
7
Conclusiones:
Zen Classics es una selección de cuatro de las primeras mesas de un estudio que no ha dejado de mejorar en su manera de hacer mesas de pinball, por ello, aunque estas estén muy bien (y más para los fans o los que tengan otras que así pueden verlas y jugarlas) son más flojas, a pesar de que las físicas de la pelota parecen como de una mesa de pinball de las que uno se encuentra por los bares, con la ventaja de que no tenemos que pagar un euro por partida.
Una respuesta a “(Análisis) Zen Classics Pinball FX2”