El otro de sus dos grandes encantos es la posibilidad de ir por diferentes caminos cuando las fases se presten a ello. Siendo incluso posible desbloquear una fase extra, el nivel X, en el que la dificultad será mucho más elevada que en el último nivel del juego y que sólo sirve para ver otro lugar que de otro modo no se podría visitar, ya que, aunque todas las fases numeradas salen como seleccionables desde el propio menú para continuar desde la que uno quiera e incluso estén divididas por zonas, al nivel X sólo se puede acceder si uno conoce el camino y, creednos, cuesta entrar ahí y más aún pasárselo.
Cada una de las fases tiene un jefe final, o varios incluso y nuestro hámster contará con tres vidas que, en caso de perderlas en cualquiera de las fases, podremos continuar desde ese mismo punto gastando un crédito y habiendo cinco al principio y creciendo ese número posteriormente según el vicio que le echemos al título. También, en caso de agotarlos todos, hay la posibilidad de ir directamente a la fase en la que nos habíamos quedado, comenzándola desde el principio o desde un punto de control, para llegar antes a la pantalla de créditos.
Una vez superado el juego, en el que lucharemos contra pulpos, sirenas, cucarachas, cuervos, búhos, extraterrestres y un larguísimo etc. a lo largo de nuestros viajes, se nos desbloqueará el modo difícil, para que tengamos un nuevo desafío y la posibilidad de superar así el récord de puntos personales al haber más enemigos que batir que en la dificultad normal.
8,5
Conclusiones:
The Flying Hamster es un juego muy colorido lleno de humor que encierra más virtudes y secretos de los que pueda aparentar. No es un shooter de scroll vertical más de los que uno piense que es del montón; es uno con varios desafíos, con un toque muy divertido rodeándolo todo e incluso con un nivel extra que se desbloquea sólo si uno encuentra el camino que le lleva hasta él.
Es un arcade muy bueno y su jugabilidad va muy fluida, además al estar en tantas plataformas, quien no pueda jugarlo en una, podrá hacerlo en otra, porque merece la pena.
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