Pero aún quedarían los minijuegos que son bastante adictivos y que además tienen distintos niveles de dificultad, desbloqueándosenos además en algunos de ellos otras fases o pistas para que tengamos algo más de variedad y no nos cansemos por estar por ejemplo jugando al frontenis pasándonos una y otra vez el nivel 1.1 de Super Mario Bros, ya que es una de las cosas en las que podremos entretenernos, llegando a matar monstruos, romper ladrillos si nuestro Mario es grande o recogiendo monedas, simulándose así un plataformas controlado con los golpes asestados por nuestra raqueta a la pelota de tenis que sería el muñeco.
Con varios guiños a la carrera del célebre (y ficticio) Mario, estaremos ante un juego muy divertido con la posibilidad de jugar con los controles clásicos o tirar de la táctil en cualquiera de los menús con atajo que queramos ponernos o incluso, podremos mezclar ambas cosas o activar el giroscopio para que nuestro personaje se mueva cuando estemos girando la consola.
Como en prácticamente cualquier juego de tenis, tendremos que controlar los golpes liftados, cortados, globos, dejadas… y además, habrá diferentes tipos de magia que aunque pueden activarse siempre con el golpeo normal, serán mucho más efectivas si sabemos cuál es el botón apropiado para ellas, ya que las hay de smash (remate), boomerang, dejada…
Este es de los pocos juegos que me llaman de toda la ristra de futuribles de la portatil de Nintendera.
Si tan solo tuviese un modo «carrera» como el de sus antecesores….