El pasado jueves estuvimos en las oficinas de Koch Media probando unos cuantos juegos (como Port Royale 3 o Lost Planet 3) entre los que estaba Sleeping Dogs, la nueva apuesta de Square-Enix que tan poco tiene que ver con otros juegos de la compañía ya que esta vez lo que tendremos entre manos será un sandbox a caballo entre un Grand Theft Auto de los actuales (a partir del tercero) y un Yakuza cualquiera de los numerados.
Estaremos en Hong Kong y tendremos que ir realizando diferentes tipos de misiones, encargos e incluso favores para avanzar en la historia, mientras también sube nuestra reputación como hombre de bien o como malote, dependiendo de cómo nos comportemos, aunque en cualquier caso nuestro Wei es un policía de la secreta que va bastante de incógnito para acabar con una organización muy peligrosa.
Muy pronto, en cuanto que cogimos los mandos de la Xbox 360 que teníamos ante nuestras narices, nos dimos cuenta de que podremos movernos con bastante libertad y tomar vehículos prestados para llegar antes a los sitios, pegarnos con malotes de diferentes bandas para así subir nuestra habilidad de combate -que cada vez irá siendo más profunda- y realizar, básicamente cualquier acción habitual en los sandbox, como explorar, hablar con la gente, entretenernos mirando a las musarañas…
En la demo que estuvimos probando, por ejemplo, teníamos un par de misiones principales y unos pocos favores como podían ser hacer unas cuantas fotos y enviárselas por mensaje de móvil a la que nos lo había pedido.
Algo que está tremendamente bien es el mapa, donde se nos indica ya no solo el lugar donde estamos o la situación de las cosas más importantes una vez que hagamos zoom, sino también las misiones secundarias o principales, pudiéndosenos indicar incluso el camino más directo desde donde estemos para llegar sin perdernos, por si somos un poco torpes o es un lugar de difícil acceso.
Podremos hacer prácticamente cualquier cosa que nos venga en gana, empezando por cambiarle la ropa al protagonista si se la compramos y es que estamos seguros de que lo poco que vimos no es más que un porcentaje muy pequeño de las cosas que se podrán hacer en la versión final del juego, en la que además hay armas de fuego.
En el juego hay varias cosas que van desbloqueándose cuanto más se usan o se nos van dando pistas sobre cómo conseguir bonificaciones o habilidades que nos pueden ir muy bien para hacernos más llevadero el camino y, de paso, entretenernos y divertirnos sacándolas, como puede ser intentar conducir perfectamente durante medio minuto a una velocidad estable que no sea demasiado lenta y sin chocarnos con absolutamente nada. Estamos seguros de que el juego terminará estando plagado de pequeños desafíos que harán que uno se pique más a estar dando vueltas con Wei observando cada rincón de una ciudad que cambia de transeuntes y misiones con el paso del tiempo o el cambio de clima.
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