En cuanto al control, mover el tanque es fácil, aunque requiere acostumbrarse al hecho de que la cámara se basa en la torreta, y esta no influye en la dirección de movimiento. A la hora de disparar, influirá en la precisión el tiempo que pasemos apuntando y el movimiento que estemos haciendo.
El apartado artístico y sonoro cumplen su cometido, pero ni destacan ni dan una nota negativa.
Quizás la parte más negativa de World of Tanks es que es un juego lento. No porque una partida pueda durar más de 10 minutos, sino porque si destruyen el tanque del jugador, tiene dos opciones: esperar a que finalice la ronda, o salir del combate, escoger otro tanque e ir a otra batalla.
En el mejor de los casos, son unos tres minutos de espera entre partidas.
Además, hay que tener en cuenta que el número de vehículos que puedes tener son limitados por el espacio del garaje y, sobretodo, del dinero invertido. Y es aquí donde se nota si se ha decidido invertir en un tanque bien desarrollado o en tres tanques regulares para no tener que esperar un cuarto de hora entre partida y partida. Esto se debe básicamente al enfoque PvP de este juego.
En cualquier caso, World of Tanks es un título interesante, y aunque siempre que hablemos de un multijugador masivo, sea de pago o gratuito, sea de rol o no, tendremos como referencia a World of Warcraft, se puede considerar acertada lo que dijo Victor Kislyi, CEO de Wargaming.net: «World of Tanks es un juego que se parece a Counter-Strike, pero con tanques».
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