¿Qué tipo de diversión o desafío hay cuando no te esfuerzas e inviertes tiempo en avanzar por ti mismo en un juego? ¿Qué hay de la satisfacción de derrotar a ese jefe que tanto nos costaba al principio? ¿Qué hay de las horas de exploración perdidas para encontrar el mejor equipamiento y, de paso, subir nuestro nivel de experiencia? ¿Qué hay de nuestras estrategias para acabar con ese enemigo que parecía invencible? ¿Qué hay de la alegría de encontrar un arma especial al completar una enrevesada aventura secundaria?
Algunos pueden argumentar que no tienen mucho tiempo para jugar y necesitan ventilarse rápido los títulos más largos, otros que son vagos, otros que no se les da bien… Pero, entonces, ¿para qué te pones con un juego que exige tiempo y esfuerzo? Hay otros muchos que no lo requieren, que fomentan las partidas rápidas y de pura diversión. Es completamente normal que haya gente que quiera jugar para desconectar y tener placer inmediato. Es entonces cuando hay que elegir un juego que se ajuste a esas características. Por ejemplo, que sea fácil no significa que sea malo ni mucho menos. Entretener es uno de los pilares del ocio electrónico.
Pero para que te entretengas tienes que jugar, claro. ¿Qué diferencia hay entre romper el juego con esos DLCs y superar cada fase/combate sin mover apenas un dedo y ver un vídeo del mismo en YouTube? ¡Al menos lo segundo es gratuito! Y si las compañías ofrecen estos DLCs es porque hay gente que los compra. Gastarse 60€ en un juego y otros 60€ para que no tenga ninguna dificultad. Cada uno puede gastarse el dinero de la forma que crea conveniente, pero igual le compensaba más invertirlo en otras cosas.
De esta manera, no sería extraño que en un futuro podamos comprar trofeos/logros para fardar ante nuestros amigos y por Internet, consiguiendo ese platino tan difícil a cambio de una módica cantidad de dinero. Qué demonios, al menos contratemos a gente que se pase nuestros juegos mientras les miramos, sería una buena ayuda en los tiempos que corren.
Haced con vuestro dinero lo que queráis, que por algo es vuestro. Pero antes de comprar esos DLCs que os dan ventajas desproporcionadas, pensad sinceramente si es de esa forma como queréis compensar los euros gastados en un juego, si realmente os satisface superarlo de esa manera en vez de con vuestra mera habilidad. Pensad si es divertido. Pensad si es retador. Pensad si es entretenido. Pensad si estáis jugando en absoluto.
Te han faltado tipos de DLC.
Si el jugador quiere perderse el desafío, es problema totalmente suyo. Es más, en Tales se puede cambiar la dificultad entre batallas, y al jugador le basta con dejar la dificultad Fácil. E incluso cambiar a control Automático para que todos los personajes luchen por él. Eso, o que llame a algún amigo que sí «sepa jugar», coja el 2º mando y pulse Select / Back.
En monojugador no veo lugar para denuncia. Donde sí es horrible es en multijugadores online. En bastantes Free2Play pagas y tu personaje será más fuerte que cualquiera. Adiós competitividad, y adiós a aquél chavalín que dedica tantas horas al día para ser tan hábil completamente gratis. Vale, se trata de microtransacciones, más que DLC, pero el concepto viene a ser el mismo.
¿Y los DLC que ya se encuentran (inaccesibles) en el soporte original? Creo recordar que Soul Calibur IV era todo un ejemplo.
¿Y los Online Pass? ¿Season Pass? etc.
De todas formas: si un negocio no deja de existir es porque hay gente que lo paga.