Tras atacarnos con su gas del miedo, viajaremos a un mundo de pesadilla donde Crane es un coloso que intenta localizarnos para acabar con nosotros desde dentro, desde nuestra propia mente. Sólo con sigilo y utilizando una batseñal como metáfora de nuestra fortaleza ante nuestros miedos ocultos, conseguiremos vencerle y volver al mundo real. A pesar de que caeremos presa de estas ensoñaciones de nuevo, no será la única herramienta del villano para derrotarnos.
Con el tiempo aprenderemos que, cada vez que nuestros ojos tengan un brillo rojizo, estaremos a merced del gas, pero eso es algo en lo que seguramente no caeremos en la cuenta hasta muy avanzado el juego. De esta forma, cuando entremos en el pasillo de uno de los edificios, podremos observar cómo parece que se va extendiendo hacia el infinito. De repente, empezarán a caer rayos y la estancia comenzará a transformarse lenta y sutilmente en un callejón lluvioso, mientras voces del pasado surgen para atormentarnos. Finalmente, llegaremos al punto donde fueron asesinados los padres de Bruce Wayne, el lugar donde se sembró la semilla de Batman, donde incluso nos volvemos a convertir en niño. A pesar del dolor de rememorar forzosamente tal tragedia, el Caballero Oscuro conseguirá superar esta nueva argucia del Espantapájaros para seguir adelante, recurriendo a sus cálidos recuerdos de Gordon, el único policía que realmente se preocupó por él cuando se produjo el terrible asesinato.
Crane comprende que no le será tan fácil derrotar mentalmente a Batman, por lo que echará toda la carne en el asador en un momento que incluso conseguirá engañar al jugador, rompiendo la cuarta pared de forma magistral. De nuevo, mientras vamos paseando por los pasillos del asilo y sin previo aviso, la pantalla se distorsiona, simulando perfectamente un cuelgue. Muchos comenzamos a blasfemar pensando que habíamos perdido el progreso y teníamos que empezar de nuevo, sintiéndonos víctimas de un bug descomunal. Nada más lejos de la verdad.
El juego volvía a reiniciarse pero algo había cambiado. En la introducción, esta vez era el Joker quien llevaba a Batman al asilo en el batmóvil, y los doctores eran sustituidos por el propio Crane y Harley Quinn. Ese cambio de roles era su último as en la manga, llevando al Caballero Oscuro al nivel de los enemigos a los que se enfrentaba, intentando demostrarle que, realmente, era como ellos, un ser extravagante con serios problemas psicológicos que intentaba justificarse a través de una cruzada por la justicia pero utilizando métodos no muy distantes de los villanos, mereciéndose su lugar en Arkham.
Pero ni siquiera en ese momento Batman se derrumba y acaba derrotando una vez más al Espantapájaros. Consciente de que no será capaz de ganar la batalla, Crane decidirá utilizar su gas del miedo en todo Gotham, disolviéndolo en el agua. Antes de que pueda hacer nada, el Cocodrilo Asesino le atacará, llevándoselo a las alcantarillas. Con la duda de si realmente ha muerto, respiramos aliviados ante la desaparición de uno de nuestros obstáculos.
El personaje del Espantapájaros nos ofreció una forma novedosa de afrontar un enemigo, un juego mental que no sólo afectaba a Batman, sino también a nosotros mismos, jugando con nuestra percepción y utilizando siempre el factor sorpresa para pillarnos desprevenidos. Una muestra más del genio y el amor por el personaje y su mundo que nos transmitió Rocksteady a través de Batman: Arkham Asylum.
Acaban de confirmar que va a salir en el nuevo batman arkham night y transcurre 1 año despues que batman arkham city asi que no murio cuando el cocodrilo se lo llevo a las alcantarillas