Y es con la irrupción de esta figura a priori maligna donde todo da un giro inesperado, cruel y estremecedor. Durante todo el juego hemos estado aniquilando las Sombras para proteger a los humanos, haciendo lo que creíamos correcto, haciendo lo que hemos hecho en tantos otros RPGs para conseguir que el bien venza sobre el mal. Era lo mejor para todos, para nuestra supervivencia,¿no? No. Nada es lo que parece. La revelación es una espada afilada que se clava en nuestro corazón.
En el clímax final de Nier se desvela que lo que nosotros pensábamos que eran los humanos no son más que carcasas fabricadas para albergar las almas de las personas del pasado para intentar luchar contra una terrible epidemia que ha arrasado la raza. Las Sombras contra las que hemos luchado y que hemos masacrado sin pensar son esas almas, esperando su momento para tomar sus cuerpos, pero todo se complicó cuando, contra todo pronóstico, los recipientes comenzaron a tomar conciencia de sí mismos y desarrollar un alma propia. Sí, hemos estado matando humanos, que no querían más que recuperar sus cuerpos. Hemos estado aniquilando aquello que creíamos estar protegiendo.
De esta manera, Shadowlord resulta ser el alma original del protagonista, con su mismo cometido: salvar la vida de su hija. Sin embargo, ella rechaza poseer el cuerpo de la pequeña Yonah al darse cuenta que ya ha desarrollado su propia conciencia y decide dejarse morir. Todas las Sombras, ante la caída de su líder, también desaparecen y, aunque en principio parece un final amargo pero feliz ante la reunión de Nier con su hija, pronto nos damos cuenta que la raza humana ha sido aniquilada y que los replicantes acabarán muriendo por la fatal enfermedad que afecta a los cuerpos que no reciben su alma original.
Por si este final no fuese suficientemente desgarrador, el juego nos anima a volver a él para desbloquear nuevos finales con los que dar más luz a la historia e intentar arreglar esa condena inminente. Sin embargo, esta experiencia resultará dramática y demoledora para todos nosotros por un detalle: ahora entendemos el idioma de las Sombras. Es entonces cuando estos “enemigos” acaban por convertirse en emblemáticos y devastadores emocionalmente.
A medida que vamos recreando los distintos combates, podemos apreciar cómo, realmente, nosotros somos el enemigo. Las Sombras, los vestigios de los humanos, sus almas, sólo nos combaten para defenderse, no son criaturas sin cerebro ni sentimientos, todo lo contrario, viven e intentan sobrevivir como cualquiera de nosotros. Ninguna maldad guía sus acciones salvo protegerse a ellos mismos y a sus seres queridos. Claro que hay algunas que poseen una personalidad claramente psicópata y malvada que merecen la muerte, como Hook, pero no son las más numerosas.
(AVISO: Todo el comentario contiene SPOILERS TREMENDOS, igual que el artículo)
Genial artículo sobre uno de los juegos de los últimos años que más me han gustado, precisamente por muchas de las cosas que se comentan aquí. Las sorpresas, las revelaciones y lo humanos que son todos los personajes hace que acabes cogiéndoles cariño irremediablemente; en lo que respecta a las sombras, donde peor me sentí fue con Kalil y el robot; aunque creo que el mejor combate fue el de Jack, justo antes del salto temporal que hay dentro del juego: jugablemente muy bien planeado y muy intenso.
Toda la segunda mitad del juego es bestial, pero es que la segunda partida, entendiendo a las sombras (Y viéndolo todo como lo ve Kainé, por no hablar de la horrible compañía de Tyrann) lo convierten en algo muy especial. La primera vez que matas a tres sombras (niños) al salir de la villa, no son violentas contigo en ningún momento, tampoco lo son las pequeñas en la parte que encuentras a Grimoire Weiss, y resulta sorprendente darte cuenta al volver a jugarlo: te lo están diciendo desde el principio, igual que cuando los enemigos dropean libros de colores, cuentos y cosas así. Y tras ver el cuarto final y su sorprendente forma de romper la cuarta pared… No puedo más que aplaudir a cavia.
Tras leer toda la historia previa que se explica en el libro, y algunas de las historias cortas que profundizan mucho en algunos personajes secundarios (una de mis favoritas es la de los dos hermanos del Junkyard, es realmente buena), me resulta imposible no aceptar que NieR es un juego como pocos se hacen: con alma.
(Perdón por el tocho, pero es que es mencionar a Nier y me emociono yo sola XD)
Tranquila, entiendo completamente tu entusiasmo, después de todo, yo lo comparto, como se ha podido comprobar xD Porque me he centrado (y me ha costado) sólo en las Sombras, pero se pueden escribir ríos de tinta al respecto, algunas cosas apuntadas por ti. Desde el principio te mete en esa ambientación gris, de colores apagados, con una historia, unos personajes y un desarrollo que se van despegando totalmente de las convenciones del género. Es precisamente esa forma de destrozar los estereotipos del RPG lo que te acaba enamorando. Sin olvidar, claro está, esa excepcional banda sonora.
El sistema de combate a veces es algo farragoso y torpe, pero los combates con los jefes finales me entusiasmaron y sorprendieron totalmente. Y qué decir del cuarto final…Me quedé sin palabras. Nier es un juego que siempre recomiendo a pesar de que espanta a alguna gente, siempre les digo que le den un poco de tiempo porque tarda en arrancar pero, cuando lo hace, te deja totalmente patidifuso.