Rising promete desarrollar un mundo más abierto y complejo que el de la bruja, con escenarios menos lineales y con muchos más recovecos que en Bayonetta, donde no sólo tendremos que luchar sino que, sí, tendremos que utilizar el sigilo para emboscar a nuestros enemigos. Igualmente, parece que las misiones tendrán objetivos principales y secundarios, lo que teniendo en cuenta la gran rejugabilidad y elementos desbloqueables que tenía el juego de la bruja, que fácilmente consumía nuestra vida social, nos puede dar muchísimas horas de diversión.
El nivel de espectacularidad está garantizado, como ya hemos podido comprobar con el épico combate contra Metal Gear RAY, pudiendo cortarle en pedacitos, correr por sus extremidades e incluso levantarle en vilo para lanzarlo por los aires con nuestras propias manos; o la lucha contra uno de nuestros enemigos encima de un tren en marcha dentro de un túnel, por lo que no irán a la zaga de los geniales combates contra los jefes finales de Bayonetta.
Por si todo ésto fuese poco, Platinum Games podrá beneficiarse del rico mundo creado por Metal Gear, donde podremos encontrar un argumento que no sólo nos desvela más matices de Raiden, sino que, aunque no llegue a la complejidad de la línea principal, seguro utilizará giros argumentales, traiciones, engaños, tecnología, política y economía de guerra, enriqueciendo el relato y ofreciendo empaque a la trama.
Todos estos factores indican el gran potencial que Metal Gear Rising: Revengeance alberga a manos de un estudio que nos está ofreciendo alguno de los mejores títulos de acción de los últimos años. Ya sólo nos queda esperar a su lanzamiento a principios de 2013 para PS3 y Xbox 360, pero yo no tengo ningún miedo en decirlo: yo creo en Raiden.
2 Respuestas a “Por qué Metal Gear Rising: Revengeance puede ser un gran juego”