(Análisis) Fist of the North Star: Ken’s Rage

Respecto al personaje protagonista, además de conocer sus ventajas e inconvenientes a la hora de la batalla, necesitaremos conocer cómo ataca, ya que dependemos mucho de las situaciones en las que nos encontremos para realizar uno u otro ataque. También es cierto que cuanto más crezca nuestro personaje más variedad y libertad de movimientos tendrá, resaltando como punto negativo algo que ya se ha comentado: lo limitado que está al comienzo del juego.

Básicamente lo que necesitamos es buscar romper la defensa del enemigo y paralizarlo —sabremos cuando están bajo los efectos de la parálisis cuando un efecto eléctrico los rodee—. Es entonces cuando son mucho más sensibles a los golpes. Para jefes de nivel o capitanes es vital aprovechar estos momentos para realizar uno de los Movimientos Distintivos asignados a la cruceta de dirección, lo que gastará cierta cantidad de reservas de espíritu —estas se acumulan golpeando al enemigo y recibiendo ataques—.

Si uno está rodeado también puede activar el aura del personaje a costa de consumir todas las reservas de espíritu acumuladas. A cambio, se obtiene mucho más poder de ataque y directamente se rompe la defensa del enemigo durante un periodo de tiempo limitado, por lo que podremos acabar rápidamente con los enemigos y librarnos de recibir más daño. Cuando nuestro aura está activo podremos realizar un Movimiento Distintivo, pero esto consumiría todo el aura del personaje, devolviéndolo a su estado normal.

Además de todo lo mencionado, durante las fases el personajes y los enemigos son propensos a recibir alteraciones de estado, perjuduciales o positivas. Durante la travesía encontraremos diversas cajas, que pueden contener agua —reservas de espíritu—, comida —reservas de salud— o bien pergaminos —puntos de estado útiles para el Árbol Meridiano—. También podremos interactuar con el escenario cogiendo objetos como vigas, misiles nucleares o barriles explosivos que podrán lanzarse a un grupo de enemigos, motos para desplazarse rápido en grandes mapas —las cuales por desgracia rompen un poco la jugabilidad de la partida al tener muy malas físicas—, destrozar paredes, columnas y objetos a diestro y siniestro para que golpeen a los enemigos y nos quiten trabajo de encima o directamente lanzarlos contra ellos o contra coches y camiones abandonados para que estos exploten.

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