Con una gran mayoría de programas hechos por el propio Píxel y el resto bajados de internet por ser de libre distribución (freeware), él mismo hizo en C++ su Cave Story tal como lo conocemos.
Diseños, música, guión, animaciones… fueron algunas de las cosas en las que estuvo ocupado Daisuke en su tiempo libre en el que, según nos comentaba, iba enseñándole sus avances a amigos de confianza que le comentaban los fallos que veían o aquello que no les terminaba de convencer para que él lo corrigiera. Es más, este juego que finalmente salió para PC, fue portado por uno de esos amigos para Mac y el éxito fue tan arrollador que un fan decidió traducirlo al inglés. El efecto bola de nieve se había desatado y eso era ya imparable.
Además de todo eso, el creador de este juego indie nos aseguró que está convencido de que muchos creadores de juegos pecan de no currarse mucho las músicas y los efectos de sonido, que es algo que él se tomó completamente en serio y por lo que trabajó durante horas hasta llegar a tener las pistas y efectos que hay actualmente en el juego.
También dijo que tenía algo de miedo por sacar un juego que no estuviera a la última en gráficos y que tuviera un aspecto tan retro, que quizás por ese lado no tendría tanta aceptación, pero que a él le gustaba de esa manera y que además era mucho más sencillo trabajar con píxeles y no con polígonos o texturas a finales del siglo pasado y principios de éste.
Para finalizar, habéis de saber que los colores no están elegidos al azar y que está todo pensadísimo para que destaquen unas cosas sobre otras y que, en especial, al ser un juego sin tonos colorados, el rojo se use precisamente para realzar algunos elementos o al propio personaje protagonista que va vestido con una gorra encarnada.
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