Desde Marble Madness son varios los videojuegos que nos han llegado, en que la física era importante para conseguir nuestro objetivo. Conducir una canica por el camino correcto hasta llegar a la meta o hacer lo propio con una bola de mercurio en Mercury Hg son simplemente dos claros ejemplos de tal afirmación. Y Puddle es prácticamente lo mismo, con su estilo propio, pero teniendo diferentes líquidos o envases con los que realizar diferentes misiones, aunque casi siempre serán precisamente seguir un trazado y luchar contra aquello que nos pueda perjudicar, como salientes o fuego.
Este juego ha salido hace unos días en PS3 y Xbox 360 bajo el sello de Konami, aunque en realidad quien lo ha desarrollado es Neko Entertainment (My body coach, Pucca races for kissies, Maestro…).
Puddle (charco en españo) es un juego nada ambicioso con fases muy cortitas en las que de primeras tendremos un charquito con posos de café, con barro, con cualquier residuo extraño… excepto en fases extras que tendremos por ejemplo unos bidones altamente explosivos para que los movamos de un lado a otro sin que revienten.
Cada tipo de charco tendrá unas características y cada fase unos trazados y unas velocidades que deberemos darle en cualquiera de las dos direcciones (izquierda o derecha) a las que podremos ir, logrando también cambiar las inclinaciones dependiendo del peso y la zona en la que estemos.
Una respuesta a “(Análisis) Puddle”