(Análisis) Chains of Satinav

The Dark Eye es un juego de rol creado en los años ochenta en Alemania y que goza de un gran éxito en su país de origen, llegando incluso a superar a Dungeons & Dragons, pero que tardó dos décadas en salir de ahí sin que haya llegado a ser un éxito destacado en el resto del mercado occidental. En el mundo de los videojuegos ya tuvo sus adaptaciones empezando por los Realm  of Arkania en los noventa y más recientemente los Drakensang que tendrán su versión disponible muy pronto. Todos ellos eran RPG que adaptaban las normas del juego original con mayor o menor éxito. Sin embargo es más difícil encontrar una aventura gráfica inspirada en un juego de rol tradicional y esto es lo que Daedalic Entertaiment ha querido hacer con esta aventura point n’ click en  dos dimensiones.

Bienvenidos a Aventuria.

En Chains of Satinav jugamos el rol de Geron, un cazador de pájaros huérfano que tiene ciertos poderes mágicos que le permiten romper cosas que ya de por sí son frágiles. Geron vive en el Reino de Andergast, en la zona centro-occidental de Aventuria (el continente en el que se desarrolla The Dark Eye). Cuando el juego da comienzo estamos inmersos en medio de un concurso organizado por la casa real de Andergast que le garantizará una audiencia con el mismo rey pero que ni el propio Geron conoce su utilidad, a pesar de esto hemos de agudizar nuestro ingenio para encontrar la última de las cuatro hojas de cobre que nos garantizarán ganar el concurso y recuperar una que nos roban nada más comenzar el juego.

Mientras conocemos Andergast y nos movemos por el pueblo nos vamos dando cuenta de que Geron está estigmatizado debido a la maldición de un profeta que fue quemado en la hoguera años atrás. Este recuerdo revive  en forma de pesadilla al intentar acabar con una plaga de cuervos que asola el castillo bajo encargo del propio rey y que terminará llevándonos a conocer al hada Nuri que nos acompañará a lo largo de toda la aventura.

Lo cierto es que el juego presenta un guión muy bien hilado y hace que vivamos muy de cerca la relación entre los personajes que viven una historia de corte trágico donde destacan el carácter humano del héroe y la inocencia de Nuri. Además casi en todo momento se respeta el rol del personaje que encarnamos a la hora de diseñar los puzles. La historia también se integra perfectamente dentro del mundo de The Dark Eye y nos deja con ganas de conocer mucho más de ese amplio universo del que solo podemos ver una pequeñísima parte. Los chicos de Daedalic han hecho sin duda un muy buen trabajo adaptando el mundo de un juego de rol a una aventura donde los enfrentamientos directos brillan por su ausencia y donde deberemos agudizar el ingenio para salir airosos de situaciones comprometidas.

El diseño de los puzles en general está bastante logrado integrando, además, las habilidades mágicas de Nuri y Geron para poder lograr la resolución de alguno de los puzles. A pesar de esto, en algunos puzles nos encontramos con ciertas taras en el diseño que empobrecen la calidad del juego. Lo que también echamos de menos ha sido la inclusión de algún acertijo que complique algo más el juego y nos haga devanarnos los sesos.

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