Veinte años después de su última aparición vuelve Kid Icarus, nuevamente en una consola portátil, relatándonos las nuevas aventuras de Pit, un personaje que apareció en Smash Bros. Brawl. Muchos fueron los rumores sobre el retorno de la franquicia y después de su anuncio, coincidiendo con la presentación de 3DS, se hizo de rogar haciéndonos esperar más de un año después de la puesta en circulación de la nueva portátil de Nintendo.
El encargado de recuperar este clásico ha sido Masahiro Sakurai, creador de los Smash Bros. y que ha establecido su visión particular del juego incluyendo además un multijugador que recuerda a Smash Bros. con la diferencia de que es en 3D pero sin olvidarse de los dos juegos anteriores en ningún momento.
Vuelven Pit y Palutena.
Ante la reaparición del mal, los héroes deben volver a hacer acto de presencia y en Kid Icarus Uprising se sigue esta premisa al pie de la letra. Tras años de paz, Medusa vuelve con fuerzas renovadas, lo que provoca la reacción de la diosa Palutena que, como siempre, envía a Pit para dar su merecido a la gorgona. Medusa tiene nuevas legiones infernales que asolan a la humanidad pero Pit también tendrá nuevos poderes y nuevas armas para enfrentarse a estas tropas del inframundo y vencer.
El modo historia del juego esta estructurado en capítulos que a su vez están divididos en 3 partes bien definidas. En cada capítulo tendremos una fase aérea que tendrá una duración exacta de cinco minutos ya que uno de los nuevos poderes concedidos por Palutena a Pit es el de surcar el cielo por un tiempo máximo de cinco minutos. En estos primeros minutos de vuelo el juego es un shooter que recuerda a los Sin & Punishment con una lluvia de enemigos que van aumentando en poder y habilidad a medida que avanzamos en el juego.
Pasados estos cinco minutos, comienza la lucha en tierra (la parte más larga de cada fase) donde recorreremos zonas que se irán haciendo más complejas a medida que avanzamos en los capítulos y aumentamos la dificultad. En esta parte de los episodios nos encontraremos puzles y puertas cerradas que se abrirán dependiendo de la dificultad en la que juguemos y que nos darán acceso a más tesoros y mejores armas. El gran defecto de esta parte del juego es la cámara que tendremos que controlar con la pantalla táctil. Es cierto que podremos regular la sensibilidad de la pantalla táctil y la inercia de la cámara, pero podemos tardar demasiado en adaptarnos al sistema y nuestra experiencia de juego se verá mermada.
La tercera fase es la lucha contra el jefe final del capítulo, es una fase de tierra en la que nos enfrentaremos a un enemigo que nos hará ir con mucho cuidado tratando de encontrar sus debilidades y esquivando sus ataques. A pesar de ser una fase de tierra, contra estos enemigos no encontraremos el mismo problema con la cámara lo que nos ayudará a concentrarnos mejor en el combate.