“¡Necesito algo grande y gordo, ahora!”
No importa dónde vaya, no podía encontrar ninguno. Ninguno lo suficientemente grande para satisfacerme.
Comparados con el del abuelo, todo es demasiado pequeño.
“¡Estos pequeños no me van a valer!”
Las chicas de hoy en día prefieren cosas pequeñas que quepan enteras en su boca.
“¡A este paso, se extinguirá todo lo que sea grande y gordo! Si eso ocurre… ¡Nunca podré volver a sentir la verdadera satisfacción!”
Así empieza Senran Kagura: Bon Appetit!, el spin-off musical de la conocida franquicia de seductoras ninjas que, como podéis comprobar, desde el primer momento va a lo que va. Y Asuka, protagonista de la saga, se refiere a los futomaki (rollos cilíndricos de sushi), malpensados.
El juego está desarrollado por la propia Tamsoft con Kenichiro Takaki como director y productor, es decir, que los máximos responsables de la franquicia están al cargo. Originalmente salió a la venta para PS Vita en 2014 pero en 2016 ha llegado a Steam siguiendo con la bienvenida moda de juegos nicho japoneses publicados en la plataforma de Valve.
Nuestras queridas ninjas pelearán entre sí en un concurso culinario cuya vencedora conseguirá un pergamino especial que concede cualquier deseo. En esta ocasión tendrán que dejar sus habilidades asesinas a un lado para moverse con soltura en la cocina, aunque les seguirá siendo muy útil su maña manejando objetos cortantes.
La historia, como os podéis imaginar, tiene tanta seriedad y profundidad como un botijo pero sí que es muy divertida en los arcos argumentales de cada personaje. Katsuragi quiere conseguir un harén lleno de pechotes, Yomi desea recuperar el amor perdido con los brotes de soja (parodiando los culebrones románticos televisivos), Murokumo busca inspiración para su manga, Miyabi quiere ser más femenina para huir de sus fans, Murasaki ansía una nevera en su habitación para no tener que salir de ella…
Todas las tramas buscan el componente cómico sin complejos, acentuando alguna de las características del personaje y apostando por un humor absurdo y exagerado que funciona muy bien en este tipo de juego. Después de todo, Bon Appetit es un producto dedicado exclusivamente al fanservice, sea sexual o no. Aunque tiene su buena porción de chascarrillos y dobles sentidos picantones, por supuesto.
Pero aquí hemos venido a jugar antes que nada y este spin-off es un juego musical bastante sencillo dirigido a los novatos del género y a los fans acérrimos de la franquicia. Contamos con varios modos de juego: Free Mode, en el que elegimos cualquier personaje y canción; Arcade Mode, en el que nos enfrentamos a seis contrincantes y cuya puntuación final podemos subir a un ranking online; y Story Mode, el meollo del asunto en el que se desgrana la historia de cada personaje a través de cinco combates, tres de ellos fijos con diálogos y dos al azar.
Para este último modo contamos con 22 personajes en total en la versión de Steam, los 10 originales de Vita y los 12 incluidos en DLCs, contando cada una de ellas con su propia canción. Cada combate culinario cuenta con tres rondas en las que preparamos tres platos diferentes relacionados con la rival en cuestión. Los botones a pulsar se mueven horizontalmente en dos líneas y, según la longitud y precisión del combo que consigamos, nuestro plato será más grande y más sabroso, respectivamente. Al final de cada ronda, el juez probará la comida preparada por cada una de las ninjas y concederá una puntuación a favor de una u otra. Si no superamos a nuestra contrincante, algo señalado por una barra en la parte superior de la pantalla, perdemos. Si lo hacemos, rompemos poco a poco la ropa de nuestra rival. Sí, Bon Appetit no pierde las costumbres de Senran Kagura.
Para ayudarnos, si enlazamos con éxito varias notas podemos utilizar un ataque especial que aumenta la puntuación y decantará claramente el combate a nuestro favor, lo que nos facilitará llenar un corazón en las dos primeras rondas. Si lo conseguimos, en la tercera aparecerá un botón con la misma forma que, al pulsarlo, nos ofrecerá planos sugerentes de nuestra adversaria para intentar despistarnos. Si mantenemos nuestro buen hacer, conseguiremos una Victoria Perfecta que desnudará completamente a la perdedora (tapando sus partes más indecentes, eso sí) y ofreciéndonos una imagen de ella colocada en un plato de comida y tapada únicamente con sirope y nata al final del combate. Sí, el juego es perfecto para que tu familia entre en casa justo en ese momento.
No hay nada más que decir sobre la jugabilidad, es muy simplona y directa, con pocas variantes y mapeados correctos sin más. Los veteranos del género echarán en falta una mayor profundidad pero esto puede jugar a favor de aquellos que no tengan experiencia en él. La lista de canciones es muy limitada, sólo 22, sin poder desbloquear ninguna más, por lo que se pierde la satisfacción de avance que sí tienen otros títulos similares, más allá de conseguir nuevos vestidos, peinados y accesorios para los personajes, algo que no cambia en absoluto la jugabilidad ni amplía el contenido de forma jugosa. Bon Appetit es idóneo para partidas cortas y espaciadas porque es propenso a caer en la repetitividad y el aburrimiento.
Como juego musical es obvio que la banda sonora es de gran importancia para el éxito pero, por desgracia, el listado de canciones no destaca mucho. Algunos de los temas parecen música de acompañamiento de un RPG que pasan muy desapercibidos y aburren rápido debido a la gran longitud de cada uno de ellos. Las canciones más destacadas son las que cuentan con pistas vocales, como Futomaki Ninja (tema de Asuka), Break Out of your Shell!! (Homura), Pretty Prisoner (Yumi), Machiavellism of Despair (Miyabi), Prepare Yourself, Teacher (Rin) o, especialmente, The Path of the Raging Demon (Daidôji). En general se recurre al pop y rock más ligero con ciertos toques de la música tradicional japonesa, aunque algunos ejemplos acentúan la personalidad del personaje que representan (Level Up my Shut-In Lifestyle de Murasaki tiene componentes electrónicos que recuerdan a la melodía de un videojuego retro) e incluso se incluye una demencial versión de la Marcha Nupcial (I Just Wanna Marry Sweets, de Hibaki). Sin embargo, la mayoría de las composiciones son bastante olvidables, algo imperdonable en un juego musical.
En lo que no falla Senran Kagura es en su nómina de actrices y, en esta ocasión, volveremos a disfrutar de voces tan destacadas como la de Asami Imai (Kurisu en Steins;Gate, Noire en los Neptunia, Chihaya en The Idolmaster) como Ikaruga, Yuu Kobayashi (Sasha en Ataque a los titanes, Kae en Watashi ga Motete no Dousunda, Lucina en Fire Emblem) como Katsuragi, Eri Kitamura (Sayaka en Madoka Magica, Cana en Fairy Tail, Uni en los Neptunia) como Homura o Chiwa Saito (Homura en Madoka Magica, Hitagi en Bakemonogatari, Taokaka en BlazBlue) como Imu. Se nota que todas disfrutan en sus papeles y se abandonan con gusto al delirio reinante.
Los gráficos no son lo más importante en un juego musical y este caso no es una excepción. Las escenas de historia se realizan con modelos poligonales sobre fondos en 2D y en los combates se ve cómo las chicas cocinan mientras pulsamos las notas por lo que tenemos poco tiempo para admirar sus cualidades. Hay pocos escenarios y se reciclan muchas animaciones, aunque siempre se adaptan al plato en concreto que se esté realizando. Algunas texturas no tienen mucha calidad, como la de la ropa interior de las chicas (ejem), y en ocasiones las físicas provocan que alguna melena o pecho empiecen a moverse por cuenta propia de forma desquiciada. Eso sí, las escenas cómicas de Hanzo cuando logramos una victoria perfecta están muy bien realizadas, arrancando casi siempre una sonrisa y emulando perfectamente lo que veríamos en un anime de humor.
5,5
Conclusiones:
Senran Kagura: Bon Appetit! es un spin-off musical dirigido exclusivamente a los fans más acérrimos de la franquicia. El humor es muy efectivo y hay fanservice a tutiplén pero la jugabilidad es repetitiva, simple y algo aburrida, con poco contenido y una banda sonora olvidable en su mayoría.
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