Hace un par de semanas salió la cuarta entrega de los juegos de Ratchet & Clank para PS3, una saga de aventuras de Insomniac que nació en PlayStation 2 y que ha cosechado un tremendo éxito entre el público y la crítica. No siendo para menos, ya que su calidad no es para nada cuestionable.
En PlayStation 3 estamos en la saga del futuro con Nefarius como villano estrella que con sus ataques de ira las arma finas. Cada uno de los juegos tiene bastantes combates, armas, plataformeo… y su historia es muy divertida. Esta última entrega, Ratchet & Clank: Todos para uno, nos deja por vez primera tener una partida en cooperación con amigos tanto de manera local como online o, aunque sea, fragmentos de la partida en caso de que alguno no disponga de tiempo o ganas como para pasarse el juego de corrido.
Recientemente además ya os hablamos de un minijuego que ha lanzado Sony para celebrar que salía esta nueva aventura protagonizada ya no sólo por un lómbax y su amigo robótico, sino por sus dos rivales vistos en anteriores juegos de la franquicia. También, tenéis a vuestra disposición el avance realizado tras jugar un poco en la GamesCom de este año, aunque hoy os ofreceremos algo mejor, su análisis.
Juega solo o hazlo acompañado.
En Ratchet & Clank: Todos para uno continuaremos con la historia tal y como se había quedado en el anterior juego, como si se tratara de un capítulo de un libro. Es más, para los que sabemos cómo acabó el anterior había una pregunta que todos teníamos rondándonos la cabeza y, como no queremos spoilear a los que no sepan de qué hablamos, sólo diremos que todo tiene coherencia en la historia y que quien no haya jugado nunca antes a los Ratchet & Clank tiene una asignatura pendiente que si no aprueba no pasará al curso siguiente.
Una respuesta a “(Análisis) Ratchet & Clank: Todos para uno”