El otro día acudimos a las oficinas de Koch Media para probar Darksiders II, un juego que en muy poco se parece al primero, aunque guarda y mantiene los suficientes elementos como para seguir gustando a los que disfrutaron de la anterior entrega con Guerra y que ahora hagan lo propio con Muerte, mientras que también se trata de volcar más atractivo para los que no le pusieron la zarpa al primero de la saga y que jueguen a este al resumírseles los hechos del anterior desde la historia de este nuevo jinete del apocalipsis.
Si el anterior título era uno de acción pura y dura y nos podía durar un intenso fin de semana en la consola, éste es más de rol a lo The Legend of Zelda y cuenta con un montón de misiones secundarias con las que perdernos por su extenso mapamundi que podremos recorrer a pie o a caballo.
Frente al «mata-mata» del primero de la saga, esta vez nos encontramos con un territorio inmenso en el que iremos subiendo de nivel continuamente a poco que vayamos derrotando a unos cuantos enemigos o nos pongamos un poco en serio a superar misiones (opcionales o no) para ya ir decidiendo en qué tipo de habilidades gastar los puntos que vayamos obteniendo, para así tener a espectros de nuestro lado o tirar por otro tipo de magias y estrategias para derrotar a según qué bichos que nos encontremos por allí y que nos pueden poner contra la espada y la pared, ya que hay algunos jefes finales de zona que son bastante poco previsibles, ágiles y terriblemente letales por lo que más nos vale aprender a luchar como es debido (esquives incluidos) y no racanear con las pociones, o nos podemos tirar una tarde entera para acabar con un bichito como el que aparece ilustrado en la imagen.
Como las habilidades «a palo seco» de poco valen sin unos atributos personales a la altura, también tendremos que estar pendientes de equiparnos nuevas armas y armaduras que vayan haciendo que seamos más poderosos, aunque algunas no podremos ponérnoslas hasta alcanzado un nivel mínimo requerido. Lo más interesante es que este equipamiento se consigue o porque «se les cae» a los monstruos o por comprárselo a mercaderes ambulantes que nos encontraremos por ahí, dispuestos a enriquecerse como sea, porque aunque todo al borde de la destrucción ellos tienen que seguir comiendo cada día y para ello van donde sea y no se cortan en pedirte una fortuna de monedas de oro al saber que apenas hay competencia y que al siguiente vendedor que encuentres será dentro de un buen trecho.
2 Respuestas a “(Primeras impresiones) Darksiders II”