(Análisis) One Piece: Pirate Warriors

Si algo era sabido entre los fans de One Piece, era el cómo se vería un juego de este popular manga en la actual generación de consolas, y aunque han pasado bastantes años desde el comienzo de esta, Namco Bandai aprovechó el 20 aniversario de la obra de Eiichiro Oda para colaborar con Tecmo Koei y darnos One Piece: Pirate Warriors, un juego de estilo Musou desarrollado por los padres del mismo genero, Omega Force (Dynasty Warriors, Fist of the North Star) en exclusiva para PlayStation 3.

Para empezar, el juego abarca desde el principio del manga hasta el salto temporal, y sería lo ideal, de no ser porque entre el principio y el final se salta como si nada 4 o 5 sagas, y no de relleno precisamente. Quitando esto, nos encontramos con un modo historia que se divide siempre en dos partes, por un lado una parte de aventura, donde iremos avanzando por el escenario a base de utilizar las habilidades de Luffy, y esta parte también estaría perfecta si no fuera porque todo se basa en QTE (Quick Time Events), es decir, pulsar uno o más botones cuando el juego te lo diga, y sí, este juego los utiliza para todo, desde para cruzar un vacío sincronizando botones para los pies y manos, pasando por las escenas de vídeo, y terminando por cosas tan simples como saltar un hueco de una plataforma a otra.

Por otro lado tenemos la mecánica típica de un Musou, el escenario se divide en rejas, y en cada una de ellas hay muchos enemigos de derrotar, simplemente derrotarlos a todos, ir conquistando esas rejas y llega hasta el malo final. Como punto positivo hay que decir de la campaña, que aunque falten arcos, los que tiene son muy fieles al manga/anime y no decepcionarán en absoluto.

En el modo historia siempre manejaremos a Luffy, pero siempre podremos manejar al resto de la tripulación entre otros en el modo «Another Log». Este modo pese a que también podría haber sido mucho mejor, solo se basa en utilizar a cada personaje para ir avanzando en su historia simplemente haciendo fases estilo Musou, no hay cinemáticas ni nada, solamente la introducción a cada capitulo que ya se ve en el modo principal. Destacar que todos los capítulos que son simultáneos entre la mayoría de personajes, son exactamente iguales, con lo que no os extrañéis si os cansáis de hacer el mismo sitio una y otra vez. Lo único positivo es que se puede jugar en él con otra persona más al lado en modo cooperativo.

Otro problema son el numero de personajes. En total hay 13, una cifra muy baja teniendo en cuenta a los que nos tiene acostumbrado Omega Force con sus Dynasty Warriors, incluso Fist of the North Star: Ken’s Rage tenía más personajes jugables.