Este año se cumple el trigésimo aniversario de la publicación del manga Hokuto no Ken, conocido por estos lares como El puño de la estrella del norte y en los países de habla inglesa como The Fist of North Star, aunque en realidad Hokuto se refiere a la constelación de la osa mayor y no a la Estrella de Norte que podemos encontrar en la Osa Menor. Entre otros muchos homenajes y especiales hacia el manga se ha lanzado en todo el mundo la «segunda» parte de la saga iniciada con Fist of the North Star Ken’s Rage, juego que tuvimos el placer de analizar en esta casa en los primeros meses de vida de SavePoint.
Omega Force, creadores de la saga Dynasty Warriors, han querido solucionar con Fist of the North Star Ken’s Rage 2 todos los errores que se podían ver en la primera entrega de la saga aprovechando para reiniciar la historia siendo fieles al guión original de Buronson e incluyendo muchos más arcos del manga para disfrute de todos los aficionados al mismo. Lo cierto es que si algo tenía de bueno el primer Hokuto Musou era la fidelidad con la que se trataba la obra original, calcado los diseños originales de personajes y su historia haciendo del juego un must have para los seguidores del amplio universo de Hokuto no Ken e incluso del shonen manga de los 80, del cual Hokuto no Ken fue uno de los máximos exponentes influenciando otros manga de gran éxito como City Hunter de Tsukasa Hojo o Berserk de Kentaro Miura.
Desata la fuerza del verdadero sucesor del Hokuto Shinken
Como ya hemos mencionado, Fist of the North Star Ken’s Rage 2 no es una segunda parte propiamente dicha, sino que es una versión mejorada y muy ampliada del primer juego con lo cual tendremos la oportunidad de volver a completar el arco de Raoh que además es el más largo de los que podemos disfrutar en el juego y siendo todavía más fieles a la historia original con la ayuda de los QTE en los final boss que nos ayudan a revivir las escenas del manga con mucha más intensidad. En este arco, y casi en todo el modo leyenda, tomaremos el control de Kenshiro con la intención de recuperar a Yuria y en última instancia dejar claro al resto del mundo y especialmente a los hermanos de Ken (Jagi y Raoh) quién es el verdadero sucesor del Hokuto Shinken.
El arco de Raoh es compartido con el del primer juego pero en este la historia está mucho mejor hilada gracias a los intermedios que tienen un formato cómic similar al de One Piece Pirate Warriors. Este es el arco más largo a pesar de que en muchas ocasiones nos llevan directamente hasta las luchas importantes sin tener que recorrernos una ciudad entera haciendo pequeñas misiones, esto que se repite en todos los arcos es un gran acierto que agiliza el ritmo del modo leyenda dejando las batallas más típicas de los musou para el modo sueño.
Los siguientes tres arcos ocupan la otra mitad del modo leyenda, en ellos desbloquearemos el resto de Signature Moves de Kenshiro y veremos la evolución de las relaciones entre Kenshiro, Bat y Rin cuando estos dos últimos ya han crecido. Tanto el arco del Emperador Celestial como el de la Tierra de los Shura desvelan secretos muy importantes del origen del Hokuto Shinken y tienen una gran carga emotiva. El último arco es el más corto de todos y el que marca también el final del manga, en él se explotan hasta las últimas consecuencias la relación entre Rin, Bat y Ken tras los sucesos de la Tierra de los Shura, aunque este arco le da un final a toda la historia suena más a arco de relleno y lo cierto es que quedaría mejor como arco cómico con un estilo más parecido a City Hunter que como el arco final.