Cada cinco preguntas nos aseguramos la cantidad ganada, ya que a cada una que pasemos tendremos más dinero que podemos perder si fallamos, excepto si justo fracasamos en la sexta o en la undécima porque la cantidad alcanzada estaría asegurada. Si estamos casi seguros de que la vamos a fallar, vamos, si no tenemos ni idea y preferimos no jugárnosla, podemos plantarnos para llevarnos lo que tuviéramos hasta ese momento y ahí se acaba el juego.
También las preguntas se supone que se van complicando según vamos acercándonos al gran premio, siendo las primeras cinco siempre muy sencillitas, y luego ya yendo a cosas más concretas y menos de cultura general básica.
Aparte del modo normal basado en el concurso, hay un modo de multijugador en el que uno se rula el mando cuando le toca al otro y a ver quién gana. Es un poco en plan trivial, pero sin quesitos y de manera más descafeinada, simplemente por entretenerse un rato, ya que no deja de ser un extra que está ahí, pero que perfectamente podría no estar.
3 Respuestas a “(Análisis) ¿Quién quiere ser Millonario?”