Mención especial merece su música, que es muy rockera con guitarras eléctricas dándolo todo y alegrándonos el oido a la vez que nos entran ganas de seguir decapitando, descuartizando y desmembrando a hidras, arañas, bisontes u ojos gigantes.
Bien es cierto que el juego es muy portátil, ya que consta de 40 fases cortitas, que no nos llevarán demasiado tiempo en finalizar, y además con PS Vita podemos dejar perfectamente el juego en segundo plano para continuar en otro momento si estamos por ejemplo realizando un trasbordo o surge algo para que dejemos de jugar y nuestra partida tenga que postponerse a otro momento. Pero también estamos ante un juego de bajo presupuesto con una repetición de fórmula tal que no es que nos vaya a picar a hacernos por ejemplo el juego de corrido, ya que después de unas cuantas fases haciendo lo mismo con enemigos práctivamente clónicos, nos aburriremos y pasaremos a otra cosa.
El apartado gráfico es bastante flojo, además con muy poca variedad en cuanto a dibujado de enemigos y duendes compañeros, donde como mucho cambiará un poco el color,y habrá como cuatro o cinco diferentes en total a los que se les pone otro nombre en el caso de jefes finales. Además, tras cada pantalla superada, tendremos un pequeño vídeo construido a base de imágenes estáticas con bocadillos, dándole un efecto de cómic, que estaría muy bien si no fuera porque siempre se repiten esas imágenes, poniendo un texto diferente, pero lo suficientemente parecido al anterior como para que llegue un momento en que no nos interesemos por ello.
No vamos a decir que el juego está mal, tiene sus carencias, tal como hemos contado, pero resulta muy entretenido para cogerlo de vez en cuando y alquimizar materiales extraidos a los enemigos, ir en busca de nuevos para conseguir armas mejores y estudiarnos muy bien si queremos ir con lanceros, magos o soldados, o en caso de querer un poco de cada, estudiárnos qué es lo que nos sería más útil.
Tendremos recompensas por tener pocas bajas (o ninguna), por hacerlo rápido y por exterminar de manera asombrosa y brutal a los enemigos, y con eso pues se nos allanará el camino además de subírsenos el ego. Lo normal, vaya.
7
Conclusiones:
Army Corps of Hell está bastante entretenido para jugar unas cuantas fases de corrido lanzando a los duendes aliados contra los enemigos mientras nuestro inútil Rey permanece en la retaguardia, simplemente dando órdenes, para adentrarse cada vez más en el infierno para recuperar su trono, pero la poca variación de fases, enemigos y la carencia de historia hacen de él un juego muy portátil, pero poco interesante para meterse una buena viciada sin aburrirse.