[Análisis] Bubble Bobble 4 Friends

Desde hace unos pocos meses en Europa y algunas semanas en América, podemos encontrar el videojuego de plataformas Bubble Bobble 4 Friends en el mercado. Al menos por el momento se trata de un exclusivo de Nintendo Switch y se comercializa tanto en formato físico como en digital. Este título cuenta con más de un centenar de pantallas de base, por lo que se nos irán unas cuantas horas hasta superarlas todas; además, próximamente se ampliará con un DLC de caracter gratuito que han estado preparando desde Taito para prolongar su vida útil. Con ese contenido adicional contaremos con un incremento de fases e incluso con el retorno de uno de sus jefes clásicos más populares: Baron von Blubba.

 Bubble Bobble 4 Friends es el retorno de los plataformas en 2D dentro de esta saga clásica nacida en 1989. Durante bastantes años, sin embargo, tiró por otros derroteros bajo otros nombres. Nos referimos al uso de varios de sus personajes para las series Puzzle Bobble y Bust-A-Move, también con el sello de la misma desarrolladora japonesa con el nombre del distrito en el que nació y donde sigue afincada, incluso después de que Square-Enix decidiera absorberla. Precisamente, en parte porque a estas alturas gran parte del público conocía a los dos dragones emblemáticos de la compañía por esos juegos y los relacionaba directamente con el género de los puzles, tenemos incluido de serie el primero de los Bubble Bobble, retro en estado puro con un pequeño lavado de cara para la ocasión; así los jugadores más jóvenes sabrán de primera mano cómo fueron sus inicios y los más mayores podrán recordar esos tiempos en que lo tenían en una consola clásica o se dejaban monedas de cinco duros en los salones recreativos que tan en auge estaban a finales del siglo pasado, aunque ahora apenas quedan resquicios alejados del ligero recuerdo de ello que aún nos queda a los que conocimos de primera mano esos lugares de reunión.

El mayor atractivo de Bubble Bobble 4 Friends es el visual. Incluso antes de ponernos en faena, tenemos como muestra su carátula e imágenes promocionales con unas composiciones acertadas y con una paleta de colores relajada. El diseño de Bubble y Bobble lleva décadas resultando simpático y siendo un buen gancho de sus productos. Una vez que (metafóricamente) presionamos el botón start, descubrimos que cada pantalla nos atrapa más por su apartado artístico con animaciones básicas, pero cuidadas, con muchos brillos a cada pequeño progreso y con sonidos que acentúan las ganas de seguir jugando mientras se aumenta el marcador. La sensación de que psicológicamente estás atrapado por todo eso más que por el diseño en sí de niveles nos ha acompañado desde el primer momento y tan solo nos suelta cuando dejamos el juego reposando y cerramos los ojos.

Como si de un juego de naves se tratara, se nos insta a dos cosas: tratar de superar las fases con el menor número de muertes posible y alcanzar la mayor puntuación de la que seamos capaces. Dividido en segmentos, cada cual con una decena de fases, tendremos que movernos y acabar con todos los enemigos en el menor tiempo posible, tratando de hacer el mayor de los combos para que así nuestra puntuación sea de aúpa. Dicho de otro modo, el patrón es siempre el mismo: en cada zona tenemos unas cuantas fases cortas que, una vez superadas, nos dejan con un jefe al que tendremos que derrotar cuanto antes. Los jefes son lo más intenso y relevante, ya que son los que pueden suponernos una auténtica traba si no damos con la tecla. Cuanto mejor se nos dé el resultado global, más generoso será el juego con las bonificaciones y se nos otorgará un rango superior. Por ello, si buscamos llegar a lo más alto, deberemos rejugar todo aquello que no nos saliera tal como esperábamos de primeras o donde consideremos que aún podemos lucirnos más.

Si este título se llama Bubble Bobble 4 Friends (juego de palabras entre Bubble Bobble para amigos y Bubble Bobble cuatro amigos, por su parecido fonético en inglés) es por una sencilla razón: está pensado para que lo juguemos en compañía. Se nos permite jugar en solitario, pero sus mecánicas tanto de precisión como de velocidad hacen que sea mucho más complicado (y menos divertido) que nos aventuremos a superar el centenar de fases sin apoyo. Es por esto que el cooperativo es crucial y si tenemos amigos o familiares cerca con los que jugar o bien contamos con una suscripción activa al online de Switch, nuestra recomendación es que quedéis todos juntos para disfrutar más de este plataformas colorido, aunque no especialmente desafiante.

8

Conclusiones:

Bubble Bobble 4 Friends es un juego entretenido y altamente rejugable si somos de los que quieren tener reflejado su buen hacer de manera visible. La diversión se acentúa cuando, en lugar de jugar en solitario, vamos de la mano de hasta tres amigos para darle caña al cooperativo, su punto más fuerte.

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