El tercero de sus modos de juego es Inferno. En este modo tendremos un tráfico limitado, ya hay prefijado el número de vehículos que entrarán en nuestra intersección y empezaremos con una barra de infierno al quinto nivel, pero si se nos van colando vehículos, esta barra irá disminuyendo.
Todo esto de la barra de infierno es para que, cuando entremos en el tiempo que resta para salir de la fase, hagamos que todos los coches que queden por ahí ardan y exploten, así como los edificios, es decir, vayamos haciendo que nuestro coche cree incendios sin parar mientras consigue un montón de puntos y nos vamos moviendo por toda la pantalla. A cada estallido nuestro, habrá una cuenta atrás y si hemos hecho explotar algo se nos cargará rápido el poder estallar de nuevo, si de lo contrario no lo hemos hecho, lo más probable es que ese contador llegue a cero y se nos acabe el juego, teniendo así nuestra puntuación final.
Como veis, cada modo tiene sus cosas en común y sus diferencias, no habiendo por ejemplo en inferno eventos especiales de ningún tipo, pero compartiéndose las mismas intersecciones que en los otros dos modos de juego antes explicados.
Una respuesta a “(Análisis) Burnout Crash”