[Análisis] Clea

A tiempo para festejar la noche Samaín o, si lo preferís, Halloween, Sekai Project lanzó el pasado viernes 30 de octubre el videojuego Clea para Nintendo Switch. No era la primera vez que se publicaba este videojuego de terror en occidente, ya que hace un año pisó Steam (donde ha cosechado un éxito relativo tanto en cuanto a ventas como críticas) y después salieron otras versiones para las otras dos consolas de sobremesa de la actual generación: Xbox One y PlayStation 4. Sobre si para la híbrida de Nintendo hay algún cambio con respecto a las otras plataformas, la respuesta es negativa. El juego desarrollado por la australiana InvertMouse es idéntico en todas ellas.

Si bien Clea está traducido en varios idiomas, al menos la versión española es nefasta, por lo que a los hablantes de español que tengáis al menos nociones básicas de inglés, os recomendamos que cambiéis a esa lengua los textos, os libraréis de muchos problemas por incapacidad de comprensión al estar todo repleto de errores gramaticales.

Este videojuego indie nos invita a una mansión repleta de peligros. Todo comienza cuando en mitad de una celebración bastante limitada del cumpleaños de Clea (la protagonista) se escuchan unos ruidos justo cuando ella estaba a punto de soplar las velas. En ese momento, la criada que estaba con ella y su hermano pequeño sale a echar un vistazo, aunque, al ver no regresa, la niña decide salir junto a Ed para averiguar qué es lo que sucede. Es entonces cuando descubriremos que siempre ha habido secretos sobre los que ella no tenía ni idea y que ahora mismo su casa está plagada de seres que quieren darles caza.

En Clea tenemos que movernos por la casa hasta que demos con la salida. Toda la mansión está llena de puertas, pasillos y habitaciones. Cada vez que entremos a una nueva zona, tendremos que ir caminando despacio o bien echar a correr dependiendo de si hemos detectado enemigos en la zona y queremos no ser descubiertos o si, por lo que sea, estamos huyendo de ellos buscando el armario o la puerta más cercana. El título es un poco como el juego del escondite a gran escala y con multitud de puzles para que vayamos abriendo nuevas zonas y no todo sea andar de puntillas o correr en dirección contraria a los peligros para salvar la vida.

Quizás lo más interesante y divertido que hace especial esta aventura sea que a través del oído podamos encontrar un salvoconducto continuo. No es que el juego destaque por su banda sonora o por las voces de sus personajes, pero en cuanto al apartado de sonido ambiental saca un sobresaliente. Gracias a los distintos ruidos podremos saber si hay algún peligro acechando y hacernos una idea incluso de la distancia a la que está para que podamos actuar en función de las necesidades. Tal y como el juego recomienda, para sacarle mayor partido a la experiencia, es recomendable utilizar auriculares.

Las mecánicas son sencillas. Con unos controles tan intuitivos como reducidos nos moveremos siempre de manera lateral por los escenarios en dos dimensiones. Cogeremos objetos, interactuaremos con ellos o accederemos al inventario según las necesidades. Siempre será así a lo largo de los seis capítulos de que consta el juego completo y que, aunque depende de cada cual, la estimación para completarlo es de unas cuatro o cinco horas.

Clea es un juego de terror en el que no hay sustos de esos repentinos que nos hagan saltar del asiento, ni tampoco un exceso de componentes que pudieran alterarnos como jugadores. Si bien su ambientación es completamente gótica y tiene esos aires siniestros alrededor de toda la obra, no tendremos pesadillas ya que la atmósfera no llega a engullirnos hacia el desasosiego, sino que simplemente nos inquieta ligeramente. No hay sangre, ni vísceras e incluso cuando nos capturan se evitan mostrarnos qué pasa con nosotros, simplemente adivinamos que no era nada bueno y retrocedemos hasta el punto de guardado más próximo que tuviéramos. Como hay pocos, podría darse el caso de que nos tocase repetir tramos de más un cuarto de hora yendo a tiro fijo con las soluciones de los puzles en nuestra cabeza por haberlos resuelto antes.

7,5

Conclusiones:

En conclusión, Clea esa aventura que no nos supondrá un desafío a la hora de superar sus puzles y que tiene una jugabilidad muy básica, pero lo que promete lo cumple. Su precio (15 euros en digital en Switch y por ahí andará en las otras plataformas) no es demasiado elevado, por lo que la inversión podría solucionarnos una tarde de aburrimiento, especialmente si estamos guardando cuarentena o estamos confinados para evitar llevarnos sustos mayores que los que pueda darnos este título.

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