Cthulhu saves the world es el tercer juego de Zeboyd Games, un pequeño estudio indie americano que se estrenó con Molly the Were-Zompire y al que siguió Breath of Death VII. Todos sus juegos tienen dos cosas en común, que son rpg’s por turnos y que tienen un gran sentido del humor.
El amor por Howard Philips Lovecraft que sienten los integrantes de Zeboyd Games se nota en esta última creación, a la cual se puede jugar en PC o en Xbox 360 gracias a la línea de Xbox Indie Games. Ya no es solo que el protagonista sea Cthulhu, sino que hay referencias continuas a las historias del escritor e incluso Robert Boyd, el director del juego, explica dentro del propio elemento de ocio algunas de ellas o por qué se introdujeron, eso sí, no de manera intrusiva, sino en unos comentarios opcionales que uno puede leer u obviar.
Cthulhu quiere ser el héroe.
Cthulhu, ese bicho entrañable del que hay incluso un juego de rol de mesa, quiere convertirse en un héroe y salvar el mundo de cualquier mal que pueda haber porque, según dice él, seguro que alguna amenaza habrá, porque malos hay en todas partes y él quiere lucirse y que se le aprecie.
Con esos pensamientos tan positivos, y para que no fuéramos con un único personaje de primeras para los combates, se nos une Umi (que significa «mar») y que es una sirena que está como un cencerro y que es toda una groupie que moja las bragas con cualquiera que vaya de molón, incluso aunque no lo sea. Como os podéis imaginar, sigue a Cthulhu solo para estar cerca de él porque se le antoja ser su fan número uno desde que le oye decir que va a salvar el mundo, y así farda delante de sus amigas.
Decide si quieres seguir luchando o sigues sin entrenar más.
En el juego la dificultad está en que cada combate es un desafío, aunque a cambio se nos cura siempre la vida al finalizarlos, pero no los puntos mágicos, por más que sí se restauran unos pocos, de modo que si somos ahorradores y vemos que nos va bien, podemos volver a estar a tope antes de una batalla final.
Por otro lado, no hay mapa, y lo más probable es que en algún momento estemos un poco despistados tras dar vueltas y más vueltas para intentar explorar todos los caminos y hacernos con todos los cofres, pero dejarán de salirnos enemigos, aunque si queremos seguir luchando, es tan sencillo como pedirlo desde el menú donde, por cierto, podemos guardar la partida en cualquier momento siempre que no estemos en mitad de una trifulca.