Para enfrentarnos y librarnos de estos infectados tenemos a nuestra disposición prácticamente todo el decorado, no en vano este es el sello de la franquicia Dead Rising. Podemos coger casi cualquier objeto que tengamos a mano y atizar a los zombies con él. Desde un periódico enrollado hasta una silla de ruedas serán útiles para nuestra labor. Como decíamos, en esta nueva aventura, Frank West no está en su mejor momento y no se moverá con demasiada fluidez algo que puede restar dinamismo al juego, pero que da coherencia a la historia.
Crea tu propio arsenal.
Una de las mejoras incluidas en Dead Rising 2 era la posibilidad de, utilizando diversos elementos de tu entorno, crear tus propias armas. Gracias a esto no solo tendremos la posibilidad de utilizar casi cualquier cosa como arma, sino que además podremos crear armas mucho más poderosas y que nos darán un extra de PP (los puntos de experiencia de Dead Rising).
En el juego también podremos personalizar el aspecto de Frank con la ropa que nos encontremos en la diferentes tiendas de Fortune City, algo que le da un toque más cómico al juego pudiendo ir disfrazado prácticamente de cualquier cosa y que tiene su gracia especialmente en el modo cooperativo.
Algo que ya fue introducido en el primer Dead Rising fueron los PP, el sistema de experiencia y niveles que nos recompensará al avanzar en el juego con nuevos movimientos, mayor velocidad y vida y nuevas cartas de combo con las que podremos hacer nuevas armas. Hay varios modos de conseguir PP, con cada nueva misión que completemos o escoltando al refugio a supervivientes, pero también recibiremos un extra al luchar contra zombies o tomando fotos.
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