(Análisis) Dirt 3

La combinación entre pruebas de rally, carreras y gymkhana o parte de esta última hacen que uno no se canse de andar haciendo siempre lo mismo, además las recompensas serán lo suficientemente frecuentes como para verlas como un atractivo, y tampoco estarán a cada carrera de nada finalizada para que tampoco nos veamos saturados con nuevos equipos para elegir.

Dentro de cada prueba y dependiendo del vehículo elegido, habrá siempre un pequeño desafío que, en caso de cumplirlo, nos dará más puntos. Estos desafíos varían y pueden ser desde alcanzar una velocidad en concreto, superar una marca de tiempo en un circuito o hacer un mínimo de puntos en una prueba de gymkhana de las de tipo completo donde tengamos que hacer saltos, donuts, derrapes, etc.

Gráficamente está muy cuidado y tanto los diseños de los vehículos como de los personajes y el verlo en movimiento son una delicia. Su aspecto sonoro es algo especialmente importante y es que se mezclan de manera perfecto el sonido de los coches, quads, etc con la música de fondo o con la voz del copiloto que nos da instrucciones en el caso de los circuitos de rally, que os aseguramos que es algo bastante necesario y que ayuda sobremanera.

Por supuesto, y como ya viene siendo frecuente en los juegos de carreras y demás, tendremos un trazado en la carretera que nos indicará más o menos por dónde deberíamos conducir y en qué momentos tendríamos que frenar y, hablando de frenos, existe la posibilidad de tener el frenado asistido habilitado, pero no os lo recomendamos porque se pierde gran parte de la diversión.

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