El juego está tanto en su idioma original (japonés) como traducido al inglés y lo más cautivador de él, además de sus seis tipos de disparo, son sus gráficos no solo por el diseño de las naves o de los escenarios, sino por los cambios de planos y perspectivas, gracias a los cuales tendremos a enemigos en zonas inalcanzables hasta que realmente estén frente a nosotros o podremos movernos de izquieda a derecha, de derecha a izquieda, de abajo hacia arriba… tendremos momentos en dos dimensiones y tercera persona con scroll vertical u horizontal, pero por si no fuera bastante, a veces estaremos en diagonal, cambiaremos a modos en primera persona o tendremos una vista cenital. Por lo que precisamente en ese campo hemos quedado maravillados con tantas opciones que se dan al írsenos cambiando las situaciones de una manera tan brutal, pero para nada violenta ya que no se nos rompe el ritmo en absoluto.
Queremos reiterar la exigencia del juego y es que si precisamente nos van dando expansiones de vida y más posibilidades de continuar para pasarnos el juego, es precisamente porque hacerlo de un tirón o con solo dos vidas es solo para los más hábiles y que, de paso, se hayan memorizado los patrones de los siete jefes finales, más los jefes intermedios que también tienen su tela. Además, para cuando hubiera llegado ese momento, ya nos empezaríamos a preocupar más por los puntos obtenidos, así que entonces tendríamos que procurar no perder vidas en ninguna pantalla para sacar una mayor bonificación, matar a todo lo que se mueva y además acabar con los jefes finales lo más rápido posible, ya que si tardamos más de la cuenta nos quedaremos sin puntos por derrotarlos y si vamos perdiendo vidas tendremos penalización de tiempo límite, que es otro factor a tener en cuenta.
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Conclusiones:
Ether Vapor Remaster es un juego que nadie debe dejar pasar a poco que le gusten los shooter arcade de navecitas. En él tenemos siete fases muy variadas y complicadas con multitud de enemigos que se comportan de manera diferente y a los que aniquilar con cualquiera de los seis disparos diferentes con los que contamos, según la situación en la que nos encontremos. Lo más curioso es que no estamos ante un juego de scroll vertical u horizontal, sino que es un juego en 2.5D en el que veremos cambios de perspectivas continuamente e incluso tendremos momentos como de paréntesis o intermedio en los que conseguir muchos más puntos con algo menos de riesgo y sin que se rompa el ritmo para nada. Lo único que podríamos reprocharle es que no tenga algún tipo de powe up para meter golpes más potentes según fuéramos recogiéndolos.
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