(Análisis) Gravity Rush

Controlando la gravedad.

A pesar de estar todo contado como un cómic, la historia no es demasiado interesante y se nos muestra a un personaje protagonista (Kat) de lo más típico con unos extraños poderes que no sabe a santo de qué los tiene ya que sufre de amnesia. También durante toda la aventura estaremos acompañados de un gato, cuyo papel es fundamental en el transcurso de aquellas cosas que vayamos descubriendo, pero ya avisamos de que lo más probable es que nadie se sorprenda en absoluto ni con los hechos en sí ni con la forma de estar narrados, salvo un poco por el impacto que crean las viñetas de cómic y lo bonito que es su dibujo.

Tras unos primeros capítulos de tutorial para aprender a controlar la gravedad y saber realizar ataques y esquives con Kat, descubriremos que Gravity Rush es un juego muy experimental y que no llega a cuajar todo lo que debería, ya que una de las cosas que prometía era hacer un buen uso de los acelerómetros, pero finalmente nos resulta incómodo en muchas situaciones (y hasta lleva más tiempo de la cuenta) tirar de eso en lugar de usar la opción del stick derecho para hacer eso mismo de manera más mecánica. Tampoco nos ha gustado que haya que ir volando a prácticamente todos los sitios, haciendo paradas obligatorias para regenerar nuestro poder gravitatorio, ya que hay a cantidad de sitios que no se puede ir andando, ni siquiera paseando por la ciudad, ya que nos encontraremos con multitud de caminos cerrados.

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