Dentro de un harem anime.
Con un formato como de anime, con hasta 26 capítulos que podremos vivir de maneras diferentes o «hacer que nuestra serie sea más corta y no abarque una temporada televisiva entera» ya que no todas las rutas llegan hasta ahí y no por ello se queda el juego a la mitad, veremos episodios enlazados como si estuviéramos en cualquier anime de tipo ecchi con gracietas de posibilidades de harén como por ejemplo Love Hina en la que Keitaro Urashima termina también rodeado de chicas y sufre amoríos y puteos de todas ellas, especialmente de la protagonista y aquí es justo lo mismo, solo que el tío no es un pagafantas vil o al menos podemos hacer que deje de serlo, pero desde luego sí recibirá hostiones como panes de Asumi, una chica que ya le daba lo suyo y lo de su prima cuando eran niños antes del «gran reencuentro».
No es la primera vez que tenemos ante nosotros una visual novel que parece tanto un anime incluso en su estructura. Ya analizamos en su día por ejemplo My Girlfriend is a President en el que al igual que en Roommate también había previas entre capítulos. Lo curioso está en que ninguno de los dos juegos ha tenido una adaptación real al anime, cuando hay otros tantos como Higurashi no Naku Koro ni o Umineko no Naku Koro ni que sí y que tenían un trabajo mucho mayor de adaptación.
Como esto es como estar jugando dentro de un anime, cada capítulo trata sobre una cosa y los hay mejores y peores, teniendo los primeros como presentación de los personajes y después ya centrándonos un poco en los problemas e inquietudes de nuestro protagonista, así como conociendo más a fondo a nuestras compañeras de piso y también a otros personajes más secundarios pero que son bastante interesantes, como nuestra prima o nuestra profesora salidorra que está deseando tomarse una buena butifarra de adolescente con las hormonas como locas.