[Análisis] Higurashi no naku koro ni Hou ch.8 ~Matsuribayashi

El desenlace de la serie Higurashi no naku koro ni Hou se publicó hace un tiempo tanto en la página de MangaGamer (su editora en occidente, que además de realizar una traducción al inglés ha mantenido también los textos originales para quien prefiera leerlo en el idioma original) como en Steam y en GOG. En Higurashi no naku koro ni Hou ch.8~ Matsuribayashi se nos invita a leer qué será de esos habitantes de Hinamizawa a los que después de tantos capítulos con decenas de aventuras y de horas invertidas en sus vidas, conocemos bastante bien.

En Onikakushi teníamos una breve presentación de personajes y pinceladas de Hinamizawa, escenario principal de esta visual novel de PC escrita por Ryukishi 07. Watanagashi nos sirvió para entender mejor el festival del algodón, el peso de las tres grandes familias (especialmente la Sonozaki) y algunos aspectos sobre Oyashiro-sama, un ente con no muy buena fama cuya furia todos temen. Tatarigoroshi era un arco centrado en la joven Satoko por lo que se nos relataron cosas acerca de ella y también de su hermano Satoshi, que tanto la adoraba. Himatsubushi nos llevaba al pasado para que viéramos a una Rika más pequeña interactuando con Mamoru, un detective con gran peso en la historia y del que no vemos ni la cara por no contar con sus propios dibujos. Meakashi nos lleva a un año antes de los sucesos en los que tenemos a Keiichi recién mudado al pueblo, es decir que tenemos el festival anterior y la respuesta a lo que ocurrió en él, tan mencionado en otros arcos. En Tsumihoroboshi tenemos un arco centrado en Rena Ryuugu y su relación con su padre. Mientras que el anterior capítulo (Minagoroshi) nos dejó con la sensación de que Rika ya casi lo tenía resuelto, que le faltaba un pequeño empujón. Ella y su «amiga invisible», Hanyuu, estaban a un pellizco de dar con la tecla que podría liberarlas del bucle de sufrimiento, pero no era sencillo por cerca que estuvieran. Esta vez, en Matsuribayashi tendremos resúmenes de todos los anteriores arcos con las pertinentes variaciones necesarias para avanzar. También tendremos algo muy complejo que abarcará desde 1979 hasta 1983 para que comprendamos, de verdad, todo aquello que está ligado a las muertes y desapariciones que se habían ido sucediendo en Hinamizawa y cómo, hasta el momento, siempre llegábamos a finales de junio de 1983 con unas cuantas muertes fijas, entre las que estaban la de aquella que tiene la clave de todo siempre y cuando, insistiendo con sus tiradas de dados, salga lo que ella espera y necesita para salvar, la vida, el pueblo y quién sabe si algo más.

Al contrario que en anteriores capítulos de Higurashi no naku koro ni kai, en este octavo y último de la serie, tendremos que organizar por orden, llegado el momento, una serie de fragmentos para leer, del modo adecuado, los distintos hechos relevantes y que se profundice más en ellos con diversas explicaciones que nos harán comprender, de una vez por todas, qué ha estado sucediendo en Hinamizawa a lo largo de los diversos arcos y cómo llegar a un desenlace que se salga de lo previamente establecido que, por otro lado, era siempre fatídico.

En unas cuantas horas de lectura, con miles de líneas por delante, conocemos por fin los entresijos de la obra y sabemos por fin hasta qué punto la serie de catastróficas desdichas que seguía una serie de patrones a cada nuevo arco, que representaba una nueva vida de todos sobre el mismo escenario con muchos más elementos comunes. Si hemos llegado hasta aquí, es evidente que querremos saber su final y dejarnos de conjeturas. El autor también lo sabía y es por eso que no se ha andado jugando más al despiste con nosotros, pero eso no ha quitado que se explaye con cada detalle, muchos veces hasta la extenuación porque no podía abandonar ese estilo sobrecargado que le caracteriza y que para cierta parte de su público puede resultar hasta tedioso en algunos momentos.

Aunque la historia principal y canónica de Higurashi haya finalizado con este episodio, podemos ver a los personajes en otros juegos como Higurashi Daybreak, Higurashi Colosseum o, el recién estrenado hoy mismo en Japón, Higurashi no naku koro ni Mei. Así nadie tiene por qué echar de menos a los habitantes de Hinamizawa si no quiere.

8,3

Conclusiones:

El octavo y último capítulo de Higurashi no naku koro ni ofrece justamente lo que todos esperábamos, un buen cierre para una novela visual que lleva años siendo popular por sorprender a los lectores con algo cuidado y enrevesado dispuesto como arcos sueltos y ligados al mismo tiempo, con un único camino sin decisiones, porque Ryukishi07 confía más en las novelas cinéticas a la hora de crear sus obras, como ha quedado demostrado también con Umineko, Higanbana o Rose, Guns, Days.

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