Personalización.
Algo muy entretenido y que de seguro llamará la atención de todos los que se acerquen a este juego es la enorme personalización que tiene si uno gasta el tiempo suficiente para ello.
A cada arma que compremos, se verá ésa en pantalla de combate, y lo mismo pasa con cada accesorio o traje, incluidas las partes de CPU -salvo el núcleo-, y habiéndolos de todo tipo. Nos encontraremos con trajes recatados, descarados, lazos de colores, diademas, coronas, vestidos de novia, look de tsundere, ropas de gothic lolita, trajes de baño… Para gustos los colores, y precisamente en algunos casos el cambio es de color de traje, de accesorio o incluso de pelo. Incluso hay la posibilidad de llevar a las chicas a juego si uno se gasta el suficiente dinero.
Sacándole jugo a los combates.
Para los combates podremos ir con cuatro chicas de manera activa y tener a cuatro más en la recámara, que nos estarán ofreciendo apoyo desde la retaguardia a modo de mayor defensa física, mayor defensa mágica, anulación de estados alterados, ganar más experiencia… o lo que sea, según la chica. También, podemos cambiar de una chica a otra (de la principal a la secundaria) en mitad de batalla y además todas las CPU o candidatas a CPU podrán transformarse para subir así sus atributos al estar en la forma de deidad en lugar de en la humana, pero pudiendo realizar los mismos cómbos y técnicas en cualquiera de los casos, salvo por contadas excepciones en las que además, por lo general, se nos exige que sean ciertos personajes los que estén en ese momento sobre el terreno de juego.
Al contrario de lo que sucedía en el anterior juego, en éste nos podremos movernos libremente, siempre dentro del rango de movimiento que tengamos con cada muchacha para cada turno, y después ya atacar en función de nuestros AP y SP, siendo todo acumulativo en caso de no usarse y ganando además SP a cada vez que hagamos ataques físicos o recibamos daño del rival sin llegar a morir.
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