La necesidad de juegos de peso en el catálogo de Vita es algo que todo el mundo sabe aunque a día de hoy parece que Vita quiere despertar de su letargo. Killzone Mercenary se postula como una de las posibilidades para revitalizar a la portátil de Sony, pero ¿está a la altura?
Estamos ante un gran juego pero que en general no destaca en nada en el apartado jugable y es que las expectativas que rodeaban al título eran altísimas y no está a la altura de lo prometido. En lo primero que nos fijamos al jugar a Killzone Mercenary es en los sorprendentes gráficos de los que hace gala ya que por momentos nos dará la sensación de que estemos jugando en una consola de sobremesa. La acción será constante y nos mantendrá entretenidos aunque el juego peca en algunos aspectos como la inteligencia artificial haciendo y una ejecución un tanto sosa.
La historia que nos ocupa en este Killzone es mucho más directa que en títulos anteriores de la franquicia y más previsible. La campaña se separará en nueve capítulos que recibirán el nombre de contratos, algo muy en consonancia con el nombre del juego. Encarnaremos a Arran Danner, un mercenario a sueldo del que no sabremos nada más sobre su trasfondo, algo ya habitual en este género de videojuegos. En cuanto a los contratos se nos pondrá en situación mediante una cinemática muy detallada que hará las veces de informe.
Como en todo shooter las misiones se caracterizarán por el típico sistema de cumplir objetivo A y pasar a objetivo B y entre objetivo y objetivo acabar con todo lo que se mueva. Entre todo esto para darle un poco de variedad en algunas fases contaremos con aliados o haremos de escolta a Justus, un niño que tendremos que proteger a lo largo de varios niveles. Por lo demás el título respeta la esencia de Killzone con los rasgos típicos con la adición del uso de la pantalla táctil para el cuerpo a cuerpo a modo de QTE o para el cambio de armas y el uso de las granadas. A pesar de que en la pantalla habrá muchos iconos al mismo tiempo no dará la sensación de agobio ya que están muy bien dispuestos.
Los controles responden a la perfección. En cuanto a esto podremos definir nosotros la precisión con la que queremos que se muevan los joysticks. Por otro lado están muy bien adaptados a los mandos de la portátil ya que no cuenta con tantos botones como un mando convencional de una consola, para ello los chicos de Guerrilla han optado por unificar algunos controles como agacharse y esprintar que los dos se harán en el círculo con la diferencia de que para agacharnos daremos un toque y para esprintar mantendremos presionado.
Se han añadido nuevos elementos como la posibilidad de destruir cámaras de seguridad o la inclusión de un minijuego a la hora de hackear dispositivos para romper la sensación de linealidad. Otra de las novedades es la incorporación de accesorios de combate como drones o escudos protectores.
Para conseguir accesorios o nuevas armas acudiremos al Traficante de Armas al que a cambio de una suma de dinero, que iremos consiguiendo durante la campaña, le compraremos las armas. Juguemos on-line o nos centremos en la campaña para un jugador el dinero estará presente. Este es uno de los puntos fuertes del juego ya que el seguir avanzando en el juego para desbloquear nuevas armas o accesorios será uno de los elementos que nos empuje a seguir.
El multijugador será el pilar fundamental del juego ya que la campaña dura unas 5 horas a lo sumo. En el apartado multijugador se nos ofrecerán tres modos de juego: Guerra de Mercenarios, Guerra de Guerrillas y Zona de Guerra. En el primer modo tendremos que luchar todos contra todos para ver quien se hace con la mayor cantidad de dinero, la segunda modalidad es como la anterior con la diferencia de que esta vez lucharemos en equipos y en la tercera y última modalidad nos propone recoger cartas de enemigos caídos, interrogar objetivos o hackear capsulas que caen de manera aleatoria en el mapa. Como en casi todos los shooters modernos tendremos disponibles una serie de sets predefinidos que podremos personalizar para que se adapte a nuestro estilo de juego.
En el apartado visual no hay ninguna objeción. Los modelados de los personajes están muy cuidados y los efectos que luce el juego son de lo mejor, destacando los efectos de iluminación que nos dejarán con la boca abierta y es que en este apartado el juego está muy cuidado. Las animaciones de las que hace gala el juego son muy buenas. Los escenarios, al igual que los modelados, lucen un aspecto increíble y miremos donde miremos veremos detalles como los pequeños objetos destructibles que ayudan a mejorar las escenas de acción.
7,8
Conclusiones:
Estamos ante un gran shooter, pero que no ha estado a la altura de todo lo que se prometió. La portátil de Sony sigue sin encontrar a un juego digno de todo su potencial, si bien Killzone Mercenary destaca en aspectos como un apartado gráfico muy cuidado y un multijugador divertido, falla en algunos aspectos clave como la IA.