[Análisis] Kingdom Rush Vengeance

Uno de los juegos más recientes en el mercado móvil para iOS y Android es Kingdom Rush Vengeance. Forma parte de la serie Kingdom Rush y ha salido a un precio de unos 5 euros con micropagos opcionales en su interior.

Desarrollado por Ironhide, se trata de una nueva entrega dentro de la ya popular serie de Tower Defense que ha obtenido varios premios.

Vez’nan, el mago ha regresado para que utilicemos a los distintos tipos de aliados que podremos desplegar en las zonas asignadas para ello en los diversos mapas que encontraremos en este mundo donde no habrá reino que no podamos conquistar si nos esforzamos lo suficiente.

Kingdom Rush Vengeance es un juego en el que todo se controlará en base a torres que edifiquemos. Tenemos decenas de estas torres, cada una con su tipo de defensor. No todas están disponibles desde el principio, sino que algunas las desbloquearemos superando fases e incluso hay alguna de pago como por ejemplo el set de zombis. Por supuesto podemos subirlas de nivel para que nos defiendan mejor. También podemos añadirles puntos de habilidad. Todo eso se paga con monedas de oro que vamos recogiendo según acabemos con enemigos. Al contrario que en otros tower defense no dependeremos únicamente de esas torres que situemos libremente por las pantallas en los huecos destinados para ello, sino que también podremos escoger un héroe. Los héroes tiene también sus propias habilidades y niveles, de modo que si los subimos, todo costará algo menos; lo cual es de agradecer en fases avanzadas o en desafíos.

La campaña consta de 17 fases alrededor de distintos enclaves. En cada zona nueva tenemos un jefe final que querrá conquistar nuestra área y que se comportará de una manera diferente a lo que hubiéramos visto hasta el momento, además de que derrotarlo consistirá por ejemplo en tirarle cosas desde zonas estratégicas surgidas solo para derrotar a dicho jefe.

No obstante, el número de enemigos diferentes es bastante grande, sin entrar siquiera en esos especialmente poderosos y cada vez que aparezca uno nuevo se nos contará de qué tipo es y a qué ataques es vulnerable. Ahí tenemos voladores, terrestres, tramposos que atajan, otros que van a saltos, otros que se sumergen, otros con un escudo súper resistente, los rapidísimos que esquivan casi todo, etc.

Cada ciclo de fases tiene su propio set de enemigos asociados al tipo de terreno en que nos encontramos. Tenemos praderas, parajes helados, ciudadelas… Y en ellas, por ejemplo, encontramos soldados del ejército, demonios, ogros, vikingos, brujas y todo tipo de criaturas sobrenaturales o a lo largo de todo el recorrido. Esto, volviendo al punto anterior, no solamente implica que cada uno de estos personajes tiene su comportamiento y debilidades, sino que el título artísticamente tiene más trabajo detrás y se agradece que no estemos viendo todo el tiempo lo mismo en distintos mapas, para que nuestros puntos de colocar las torres no sean lo único diferente.

Como además de la campaña tenemos los desafíos adicionales, aún podremos disfrutar de las distintas fases durante un rato teniendo en cuenta que, sin eso, tendríamos solamente las 17 de base sin mayor aliciente que sacarlas con una puntuación máxima de tres estrellas. Cosa que, teniendo un poco de cuidado, no es complicado sacar a la primera.

El juego está en multi-idioma para que comprendamos tanto los menús como lo que se nos va diciendo. Hay varias bromas, aunque la historia no es nada del otro mundo. Simplemente tenemos una excusa para ir por el mundo con Vez’nan haciendo de las suyas.

Simplemente con comprarlo podremos exprimirlo tranquilamente e irnos comprando habilidades para usar libremente con las gemas que el propio juego nos otorga por cumplir logros internos o por ver anuncios en vídeo. Los logros tienen referencias pop, por lo que al leerlos seguramente se os dibuje una sonrisa en la cara.

Si bien Kingdom Rush es variado y entretenido, un sólido tower defense, no termina de encajarnos la velocidad a la que se mueven los personajes. Nos resulta un poco lento y no estaría de más una opción para acelerar los combates. Puede llegar a tornarse pesado estar antes más de seis ráfagas de enemigos (cada una a su vez con otras internas) al ritmo que se mueve todo en pantalla. No decimos que esté tampoco a cámara lenta o que vaya a trompicones, pero uno no necesita tanto tiempo por ejemplo para mover al héroe (o heroína) o para pulsar sobre una habilidad y tratar de quitarse de un plumazo a esos enemigos tan pesados que iban avanzando hacia nuestra base.

6,5

Conclusiones:

Kingdom Rush Vengeance es un juego entretenido por su precio. No tiene una historia currada detrás para acompañarnos en lo que defendemos nuestra base tomando territorios enemigos, pero al menos hay frasecillas de cuando un cuando con su chispa. Las oleadas son más abundantes de lo que en realidad se marca numerado y el movimiento de enemigos, proyectiles y aliados es de una velocidad que nos hubiera gustado podido ver aumentada de alguna manera, por ejemplo con un botón que la multiplicase por dos.

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