¿Siempre triunfa el amor?
A pesar de los cuentos de hadas y de todas esas comedias románticas que pretenden hacernos creer que no hay nada más poderoso que el amor y que éste siempre triunfará y prevalecerá, los cuentos sin censurar de los Hermanos Grimm son mucho más crudos (los originales) y en ellos hay muertes, violaciones y pretende darse una lección sobre lo dura que puede ser la vida y el cuidado que hay que tener. En Pandora’s Tower pasa un poco igual y es que por más que Aeron luche por conseguir carne de bestia para salvar a su queridísima Helena, ¿quién le asegura a él que vaya conseguir combatir de verdad una maldición de la que nada sabe? Es cierto que con la de monstruos pequeños (siervos), la transformación parece pausar un poco y darle algo más de tiempo, mientras que con las de los diferentes jefes finales de torre (amos) da la sensación de que remite tal y como le cuenta la misteriosa Mavda, pero todo en el título es turbio y no en vano, de entre los seis finales que podremos obtener, tan solo uno de ellos es un final bueno, mientras los otros son dramáticos a más no poder.
Importunando en unas torres de las que poco se sabe y derrotando a diferentes custodios para arrancarles de cuajo el corazón y ofrecérselo como medicina al amor de nuestra vida, iremos subiendo de nivel según luchamos, tirando de alquimia y herrería para tener objetos útiles y un equipamiento a la altura para evitar caer muertos de un golpe y, sobre todo por encima de todas estas cosas, tendremos que vigilar el tiempo que tenemos para volver de la torre al observatorio antes de que sea demasiado tarde y nuestra chica ya no sea esa muchacha bella de mejillas sonrosadas, sino un horrible monstruo dispuesto a devorarnos y provocarnos un gameover por más que la hayamos estado cuidando durante horas. Todo está alrededor de nuestra relación con Helena y en lo mucho que la queremos, pero ella también nos corresponde y puede hacernos algún que otro favor, como cosernos una saca más grande en la que quepan más objetos.