Bumpkin Brothers, un estudio independiente, tuvo la idea de crear un juego de recursos y construcción con unos seres llamados Tribloos que tenían un diseño antropomorfo con rasgos felinos con el que era como si los, para muchos, reyes de internet, los gatos, fueran los protagonistas. El caso es que, tras el éxito, en cierto modo por lo colorista y sencillo, llegó una secuela, llamada Tribloos 2, que es de la que hoy os vamos a hablar.
Tribloos 2 es un juego que en Steam catalogan como casual, esto es así porque es idóneo para partidas cortas de vez en cuando, en lugar de para estar con él horas y, no en vano, además de haber salido para PC, se encuentra también para iOS y Android, un mercado bastante más enfocado a partidas breves que no necesiten que estemos concentrados durante horas, lo cual no quita que haya de todo un poco, pero la masa es esa, podría decirse.
Aunque esto de mostrarnos a gatos trabajando es la utopía más alocada que se le pudiera haber ocurrido a nadie jamás, ya que todos sabemos que son animales de los más tranquilos y vagos, parece ser que al ver que su especie y su pueblo peligran y que la dragona Matilda, a la que veneran como una diosa, no puede hacer nada para ayudarles, ellos deciden ponerse manos a la obra para reconstruir todo lo que las tormentas y fenómenos naturales les han arrebatado y creando también pararrayos y todo tipo de estructuras para que ese episodio no vuelva a repetirse.
Esa historia sobre los Tribloos, que no es más que una pequeña excusa que se nos da para que sepamos por qué van en tropel a construir casas, graneros o aserraderos, está relatada, entre fases, a modo de cómic, con un aspecto simple, pero que funciona, a pesar del brusco ritmo en las animaciones a la hora de querer leer las siguientes viñetas, aunque como podréis apreciar en la imagen, el texto está en inglés, por lo que los que tengáis problemas con la lengua de Shakespeare, puede que decidáis saltaros las partes de cómic, mientras que en el juego os bastará con memorizar unas cuantas palabras sueltas o que al menos vuestra cabeza las relacione con las imágenes porque no tiene una gran complicación y menos tras haber tirado del famoso ensayo y error que de tantas situaciones nos puede haber librado.
En cada una de las fases tendremos que pensar muy bien dónde enviar a los Tribloos ya que, si nos quedamos sin recursos, se nos acabarán los movimientos y, por tanto, nos tocará rehacer la fase optando por hacerlo todo de otra manera. No son puzles complicados por lo que no necesitaremos una estrategia de lo más elaborada para superar cada fase. Por otro lado, lo que sí que tendremos que hacer si queremos tener una buena puntuación, en caso de que nos vayan los desafíos, es ser lo más veloces que nos resulte posible, decidiendo bien cuántos tribloos mandaremos para cada nueva orden de construcción para que, en total, gastemos el menor tiempo posible, aunque quienes simplemente queráis ir superando las fases, no debéis preocuparos por ese factor, ya que no hay límites de tiempo y podéis entreteneros tanto como lo deseéis antes de terminar de cumplir los objetivos que aparecen siempre marcados en un recuadro debajo del todo.
Los apartados técnicos, contando con que son de un estudio pequeño indie, cumplen. Está todo en dos dimensiones, sin demasiadas animaciones ni decorados, pero igualmente queda claro siempre lo que es cada cosa con la que podemos interactuar y lo que saldrá de ello. Está claro, que no se pretende sorprender a nadie técnicamente, sino hacer que se enganchen a un sistema que puede resultar algo adictivo, pese a ser un juego que podemos dejar apartado en prácticamente cualquier momento al tener esas fases cortas en las que tan solo precisaremos de unos minutos para superarlas. Además, al ser todo de simplemente hacer click sobre los lugares donde queremos que nuestros siempre organizados Tribloos comiencen sus trabajos de carpintería, no hay diferencias en la jugabilidad y experiencia entre las versiones móviles y la de PC.
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Conclusiones:
En Tribloos 2 podemos llegar a controlar a decenas de bichejos que van en fila de manera organizada para cumplir sus labores, llegando a recordar quizás un poco a los Lemmings por ciertas pautas de su comportamiento, pero sin tendencias suicidas. En cada fase tendremos que construir diferentes cosas para salvar a estos curiosos animales y aunque no es difícil superar dichas fases, tampoco podemos ir completamente a ciegas, ya que podría quedarnos algo irresoluble aunque el juego no nos avise de ello. Simple, pero con una fórmula que funciona bien, así es Tribloos 2.