Humanos respaldados por monstruos.
Como la mayoría de juegos dungeon crawler, nos moveremos en primera persona, con un mapa que se va perfilando y dibujando con cada uno de nuestros pasos, y, a la hora de luchar, siguiendo con la vista en primera persona, tendremos combates por turnos en los que tendremos que tirar de ataques normales, defensas y habilidades especiales para derrotar a los enemigos que cada vez irán siendo más fuertes y nos irán dando más experiencia y diferentes tipos de objetos. Sin embargo, si por algo se llama Unchained Blades es porque precisamente ligado al estilo de lucha están los bichos, esos enemigos que, dadas las circunstancias, podrían unírsenos para lanzarse a atacar tras nosotros, defendernos en ocasiones y hasta hacer que seamos capaces de lanzar algunos conjuros que, sin su ayuda, sería imposible. Para cazarlos, en ocasiones veremos que están dispuestos a venir si los atamos en corto, por lo que tendremos que ir a la opción de Unchain y meterlos dentro de nuestros anillos en un minijuego de ritmo para que terminen obedeciendo nuestras órdenes.
Bebiendo un poco de Wizardry en todo el tema de exploración, nos damos cuenta también de que se han tomados prestadas cosas de Shin Megami Tensei en otras, ya que el sistema de combate a la hora de reclutar a los monstruos y cómo después estos nos apoyarán en función de si están más satisfechos o menos de ir con nosotros (estado de ánimo que cambiará según nuestra mano a la hora de hablar con ellos) es todo un acierto, aunque también debemos decir que no debemos encariñarnos de los enemigos que reclutemos y pasen a nuestro bando, ya que deberemos irlos cambiando continuamente para tener otros más poderosos y no terminar fastidiados en los desafíos de monstruos, que son minijuegos obligatorios con los que se mide el potencial de nuestros acompañantes para permitírsenos continuar por la mazmorra. Como consejo, subid a tope a los monstruos que ya no vayáis a querer, para que os den una pieza de alma que poder equipar en otros bichos después.
8 Respuestas a “(Análisis) Unchained Blades”