Los diseños de los personajes que manejaremos están muy chulos. Son todos tipo shonen manga, con mucho colorido, sin embargo los monstruos son más bien feotes y con rasgos exagerados. Las mazmorras son todas calcadas, por su parte, sin ningún tipo de encanto y los mapas son de lo más simple y sobrecargado que hemos visto en mucho tiempo y, de hecho, están tan sobrecargados que a veces toca fijarse bien para saber si nos hemos dejado algún recoveco sin visitar.
La duración de las misiones está mal medida. Son demasiado largas, incluso las de aprendizaje, de modo que nos tiraremos un montón de horas sin ver que avancemos tan solo para encontrar tres dagas llenas de roña. Esto también es porque al final, resulta que no hay demasiados niveles en los laberintos ni misiones diferentes, y las horas van infladas de este modo -haciéndose un poco cansino, todo sea dicho- porque también está pensado para que rehagamos el juego eligiendo cada vez a un líder distinto de entre los ocho que se nos ofrecen, que la única diferencia que tiene ese personaje con respecto a sus compañeros es que está un poquito más dopado, pero la verdad es que era preferible una sola historia interesante y con muchas más misiones cortitas, que una del modo en que se nos ofrece Wizardry: Labyrinth of Lost Souls.
7
Conclusiones:
Wizardry: Labyrinth of Lost Souls es un dungeon crawler con sus propias reglas en las que casi todo se basa en castigar al jugador con hacer que su economía esté al nivel del betún. Sin embargo, a pesar de tener cosas muy buenas que nos hacen sentir casi como si estuviéramos en una partida de rol de mesa, sus misiones se hacen demasiado largas y escasas.
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