Los más destacados de Xavier Boix.
Super Mario 3D World:
Mario es una apuesta segura, y más si vuelve como lo hace en esta ocasión, en la que, sin romper con el estilo visto en anteriores juegos, y sobretodo en Super Mario 3D Land, se reinventa completamente. Un gran juego de plataformas, con una grandísima variedad de niveles en las que no se repite temática ni en un mismo mundo, y una belleza artística indescriptible que hace que queramos repetir esa pantalla que nos ha dejado con la boca abierta nada más verla. Todo esto sumado a su enorme jugabilidad, una de las grandes bazas de la franquicia, que no decae en ninguna faceta del juego. Además cuenta con un modo multijugador que mezcla perfectamente la cooperación con la competición, superando con creces lo visto en los New Super Mario Bros. Para los que dudan de WiiU, este juego les va a hacer perder todas sus dudas.
Tomb Raider:
Tomb Raider ha sido una saga con una historia un tanto peculiar y un tanto curiosa, con títulos muy irregulares y con varios intentos de intentar salvar a un personaje que agonizaba. Finalmente Crystal Dynamics lo ha conseguido. Curiosa porqué para hacerlo el juego ha tenido que beber de Uncharted, un juego que empezó bebiendo precisamente de Tomb Raider. Este Tomb Raider es un juego nuevo, muy lejos de los anteriores títulos que, a mi parecer, siempre recibieron un favor de la crítica que no merecían. Lara renace, pero lo hace de verdad. Por fin un Tomb Raider que es jugable, que no desquicia al jugador en cada paso que da el personaje sin que el jugador no quiera darlo. Combina bien los elementos de acción y exploración, sin abusar de los tiroteos hasta convertir el juego en uno de tiros con coberturas en tercera persona; tiene un buen ritmo y una historia que acompaña. Lara por fin es real. Tomb Raider por fin vive.
Star Wars Pinball:
Los juegos de Pinball suelen pasar bastante desapercibidos, y quizá aprovechar el tirón que tiene Star Wars sea bueno para recomendarlos. Star Wars Pinball son, hasta el momento, seis mesas de pinball basadas en la más que conocida opera espacial. Como pasa con todo pinball, cada mesa tiene su historia y tiene sus objetivos a cumplir. ¿Qué mejor que esta historia sea parte de Star Wars? Eso mismo es lo que hacen las mesas de «El Imperio Contraataca» y «El retorno del Jedi», donde tenemos que completar varias escenas de las películas. También tenemos la posibilidad de formar parte de la reconstrucción de Anakin Skywalker como Darth Vader o de ayudar a Boba Fett en sus trabajos de caza-recompensas. Además, como pinball que es, trae jugabilidad directa, accesible y adictiva. Realmente nos hace olvidar que solo damos golpes a una pelota. Queremos llegar a la rampa que nos permite eliminar al Rancor de Jabba y recuperar nuestro sable de luz. Una excusa para entrarse en el mundo de los pinball, por lo menos para los fans de Star Wars. Todo el poder de la fuerza, aunque sea su lado oscuro, al alcance de una bola con la ayuda de unos flippers. ¿Alguien de más?
Animal Crossing: New Leaf:
Técnicamente no será de los mejores, y su desarrollo no aporta nada, o casi nada, nuevo, pero las horas de juego que sigue dando el juego hace pensar que sería injusto no mencionarlo. Un Animal Crossing desde un punto de vista nuevo, el de Tortímer, el de alcalde, que nos da un poco más de libertad al elegir como será el pueblo, pudiendo ser un poco más flexibles con algunas de las cosas impuestas y pudiendo personalizar más nuestra aldea. Las nuevas opciones, sumadas a las ya existentes en otras entregas, hacen que el juego te enganche tanto como cuando jugaste al primer Animal Crossing. Y si no has jugado a ninguno, ya estás avisado. El desafío de conseguir un pueblo perfecto, de conseguir todo el catálogo o llenar el museo, llevan a hacer de Animal Crossing una rutina que, a su vez, no deja de sorprender.
Bioshock Infinite:
Sin duda no uno de los juegos de año, sino de la generación. Y es que Ken Levine e Irrational Games hicieron lo que parecía imposible: superar al primer Bioshock. En una generación llena de shooters casi clónicos, en los que importa poco más que ir matando para avanzar en una historia que ni engancha ni importa, aparece un juego de disparos de los más clásicos que incluye una historia narrada de forma sublime que pone en duda los debates morales, la causalidad y el destino. Bioshock Infinite es además un espectáculo visual, que hace que aprovechemos los momentos de descanso para deleitarnos con sus cuidados escenarios. Un shooter diferente, que nos indigna, nos emociona e incluso nos hace reflexionar. Una obra maestra más de Ken Levine.
Goodbye Deponia:
El título lo dice todo. Goodbye Deponia es la conclusión a la gran trilogía creada por Daedalic. El fin a una serie de aventuras gráficas point and click que se recordará. Una aventura llena de humor e ingeniosa, en la que las soluciones tienen lógica, dentro de la absurdidad del desarrollo, y no hay que hacer las cosas porqué sí como viene siendo habitual en este tipo de juegos desde hace varios lustros. Deponia es ese homenaje a las aventuras gráficas de siempre, a los Monkey Island, a Maniac Mansion, a Day of the Tentacle. Un viaje al pasado sin olvidar elementos presentes. Un lugar que todo el mundo debería visitar. Goodbye Deponia, aunque hubiese preferido que fuese solo un hasta pronto.