Los más divertidos para Osw Sahún (Tres, Sai).
Europa Universalis 4:
Estrategia con mayúsculas. Éste año el mejor juego de estrategia ha sido, indudablemente, Europa Universalis 4. Los juegos de Paradox siempre se han caracterizado por su profundidad, por sus múltiples opciones y por buscarnos las cosquillas con eventos y giros inesperados en el desarrollo de nuestras aventuras. Por fortuna, en EU4 juego han sabido definir perfectamente diferentes capas de juego para que los novatos no se sientan abrumados por la ingente cantidad de información, al mismo tiempo que los veteranos tienen a su disposición un abanico ilimitado de posibilidades con el que afrontar la conquista mundial. Basado en pleno broche final de La Guerra de los 100 años y de la reconquista española, este juego nos hará maldecir y amar su nombre a partes iguales. Su mayor pega es esa traducción pobre a la que ya estamos acostumbrados los fans de Paradox que, sin embargo, no impide disfrutarlo. Divertido en solitario pero insuperable en multijugador, es un juego que ocupará nuestros pensamientos en la cama mientras buscamos la mejor estrategia a seguir al día siguiente. En EU4 no hay dos partidas iguales, y nunca debemos olvidar que el Sacro Emperador siempre tiene las de ganar.
Pokémon X – Y:
La saga Pokémon era una saga estancada. Unos juegos que, aunque divertidos, no habían evolucionado desde sus orígenes. Y entonces llegaron Pokémon X e Y y aunaron a crítica, fans, escépticos y ex jugadores. Es el más largo, el más detallado, el más entretenido, con unas animaciones increíbles (en serio, creo que hoy en día nadie sería capaz de volver a jugar a los estáticos juegos anteriores) y, sobre todo, aquél que recupera a nuestros Pokémon favoritos, los de la 1ª Generación. Éste es un juego que demuestra cómo debe ser un buen jrpg, detalle que parecen haber olvidado los propios japoneses. Su mayor pega tal vez sea la excesiva necesidad del factor social si queremos “hacernos con todos”, pero a pesar de todo el coleccionista que todos llevamos dentro hará que estemos enganchados a los mandos de la consola durante una cantidad de horas desproporcionadas.
Dragon’s Crown:
Un beat’em up de los de antaño pero con los medios actuales. Los chicos de Vanillaware nos tocan la fibra nostálgica trayéndonos el juego que siempre habríamos soñado ver en los salones recreativos de nuestra juventud. Sencillo, adictivo, espectacular, divertido, doblemente divertido en multiplayer, es un juego hecho para ser disfrutado con calma. Además, maestros del pincel como son, despliegan ante nosotros un espectáculo de colores y sprites (siempre dibujados a mano) exageradamente grandes y detallados, capaces de devolver a la vida a nuestras televisores con el colorido mundo que nos muestra en pantalla. Y si lo jugamos en PSVita aún más. Un juego que aúna lo mejor de su género padre con pequeños toques roleros y algún que otro guiño a diablo en lo referente al farmeo de equipo y la necesidad de cooperar con otras personas para superar su nivel de dificultad máxima. Muchos han criticado la caricaturesca caracterización de sus personajes con sus atributos desproporcionados, característica que siempre ha sido firma propia de este estudio y que, personalmente, a mí me encanta. (¡Qué diferente sería la vida de Scarlet Johanson si la hechicera de Dragon’s Crown existiese de verdad!)
GTA5:
Muchos fuimos los que consideramos en su día GTA4 un grandísimo juego que pecaba de tedioso. Bien, sin avergonzarnos podemos decir que GTA5 nos ha hecho inclinar la cabeza con humildad. Gráficos, jugabilidad, efectos de sonido, argumento,… siempre está en lo más alto de cada campo en el que lo queramos valorar.
GTA5 es más ambicioso, más grande, más espectacular, más completo y en general muchísimo más divertido que sus antecesores. Nos cuenta una historia adulta, cruda, con momentos hilarantes y personajes épicos (¡Trevor para presidente ya!) digna de un thriller de acción. Un juego con un presupuesto de record que, a su vez, ha batido todos los records. Tal vez no sea el mejor juego de la generación, pero sin duda sí que es el ícono que la representa y, en casi todos los aspectos, el rival a batir por los juegos venideros.
NBA 2k14:
Deporte con mayúsculas. 2K Games está demostrando que no son capaces de conformarse. Que siempre buscan mejorar lo que parece inmejorable para sorprendernos. Y vaya si lo hacen. NBA 2K14 es un juego que no sólo entra por los ojos nada más verlo gracias a su elevado realismo, sino que también entra por las manos al jugarlo. Como todo juego deportivo tiene una base jugable directa e intuitiva que, la propia experiencia conforme pasan las horas jugando, va expandiendo hasta permitirnos hacer auténticas filigranas con el balón. Si le sumamos sus múltiples modos de juego, sus opciones online y su base de datos y noticias, continuamente actualizada, tenemos ante nosotros una obra de arte de la canasta… por segundo año consecutivo. Como extra además cuenta con casi una veintena de equipos de la Euroliga y comentarios en castellano, cosa que demuestra la gran acogida que tiene este juego en nuestro país. Otro de los imprescindibles de este año, sin duda. Y atención a la versión para las consolas next gen que recibiremos la próxima semana, dicen las malas lenguas que está sólo a un escalón de distancia de ser un partido real.
Bioshock Infinite:
Bioshock Infinite bien podría ser la obra cumbre de Irrational Games. Tenían el difícil objetivo de llevarnos a un escenario totalmente distinto que, sin embargo, nos evocase la misma sensación de encontrarnos ante algo único que sentimos al poner el pié por primera vez en Rapture. En muchos aspectos lo han conseguido. Columbia y su utopía teocrática, envuelta en plena guerra civil, resultan absorventes desde que despertamos en esa inquietante iglesia. Por si fuera poco, Elizabeth es un añadido que da una vuelta de tuerca más a la narración presentándonos un personaje que, por su forma de ser y su personalidad nos resulta entrañable desde el principio de la aventura. En muchos sentidos la joven es capaz de crear un vínculo con el jugador que yo personalmente no había sentido desde las aventuras de Ico y Yorda.
Beyond 2 Souls:
David Cage siempre ha llevado la polémica consigo. Se le podría definir como un cuentacuentos deseoso de narrar grandes historias, pero empeñado en hacerlo en forma de videojuegos. Sus juegos son obras de arte en más de un sentido. Siempre apurando el hardware de los sistemas en los que corren, siempre esforzándose en representar a las personas de la forma más foto realista posible. Siempre cruzando el valle inquietante en una pugna por vencer a nuestro subconsciente. Sus juegos, que pecan de sustentarse demasiado en los QTE, son amados por unos pocos y despreciados por muchos.
Beyond 2 Souls aúna lo mejor y lo peor de esta definición, y a pesar de ello, o gracias a ello, será capaz de mantenernos absortos delante del televisor a lo largo de la historia que quiere contarnos.